El bádminton no está incluido en la lista de actividades físicas más seguidas y demandadas. Su público es muy selecto y casi nunca se le asocia con ese derroche de adrenalina y espectacularidad que hace del deporte un show ineludible, casi adictivo.
Con dichos elementos en la palestra, pocos cubanos «perderán» su tiempo en el Torneo Internacional de bádminton Giraldilla, a celebrarse desde el jueves en la capitalina polivalente Kid Chocolate. Entonces, recomiendo no asistir a semejante aburrimiento, salvo que usted conozca que está considerado el deporte de raqueta más rápido del mundo y que, aunque no lo crea, la bilirrubina de los espectadores puede subir y bajar con la potencia de cada rematazo, pues en partidos profesionales el volante llega a alcanzar 360 kilómetros por hora, velocidad similar a la de los autos en las carreras de Fórmula Uno. Casi nada, ¿eh?
A simple vista pudiera parecer que un badmintonista apenas se mueve en la cancha. Sin embargo, recorre 6,4 kilómetros en aproximadamente una hora de juego —el doble de lo que hace un tenista en las tres horas promedio que dura un encuentro— y puede consumir cuatro veces más energía que un atleta del llamado «deporte blanco».
En fin, que quizás puedan ir reconsiderando la idea, hacer el esfuerzo y de paso presenciar un espectáculo diferente. ¿Qué me dicen?
La Federación Cubana de Bádminton anunció la participación de 29 hombres y 22 mujeres de siete países en esta edición de 2013, distribuidos en igual cantidad de «singles» (topes individuales), así como en 12 dobles masculinos, diez femeninos y 19 mixtos.
Los checos Jan Frohlich y Zdenek Svata descuellan como los principales gladiadores foráneos. El propio Frohlich ocupa el escaño 82 del ranking universal y se anuncia como el hueso más duro para el local Osleni Guerrero (sitial 106 del escalafón), campeón durante las ediciones del 2010 y 2012.
Otro contendiente de nivel será el mexicano Lino Muñoz, medallista de bronce en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.
Por las chicas sobresalen la dominicana Verónica Vibieca (187) y la peruana Camila García (217).
La Mayor de las Antillas inscribió además a un grupo de jovencitos en ascenso y con muy poco fogueo internacional.