PINAR DEL RÍO.— Elevados niveles de ansiedad, presión y estrategia de triunfo, matizan a las divisiones de 64, 69 y 75 kilogramos, en el 50 Torneo Nacional de Boxeo Playa Girón, con sede en la sala 19 de Noviembre, de esta ciudad. Tamaña rivalidad se debe a que en este tridente de pesos, Cuba aún no posee boletos para los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
El entrenador jefe Rolando Aceval ha sido tajante en sus declaraciones: nadie tiene asegurado el cupo para el torneo eliminatorio de Río de Janeiro, en mayo próximo. Así, dejó servida la mesa para varios comensales, especialmente los miembros de la preselección nacional, dueños de mejor arsenal técnico-táctico que los restantes competidores.
Del pasado Campeonato Mundial de Bakú, capital de Azerbaiján, regresaron sin boletos olímpicos el titular del orbe en 2009, Roniel Iglesias (64 kg), así como los subcampeones olímpicos Carlos Banteur (69 kg) y Emilio Correa (75 kg), quienes luego pasearon la distancia en los Juegos Panamericanos de Guadalajara. Pero «una cosa es con guitarra y otra con violín».
Incluso, para nadie es un secreto que Cuba posee púgiles ampliamente superiores a la gran mayoría de los que asistieron a la fiesta boxística continental.
Aunque en este certamen nacional, que al cierre dirimía su cuarta fecha, los tres salen como favoritos al título, existen varias figuras muy combativas y de elegante golpeo, ansiosas por quebrar los pronósticos y ganarse la confianza para hacer el grado hacia la justa clasificatoria brasileña.
En los ligero-welters, han levantado al graderío con sus intercambios el habanero Liván Navarro, el pinareño Yordan Frómeta —oro mundial juvenil en 2006—, el subcampeón nacional Richard Poll, de Sancti Spíritus, así como el guantanamero Raidel Olivares, quien tributó la sorpresa de eliminar al establecido santiaguero Antonio Bisset.
Mientras, en los welters ya sonaron el matancero Adrián Lescay, quien en su carrera posee dos éxitos ante Banteur, así como el santiaguero Arisnoides Despaigne, titular del patio en 75 kilogramos.
En los medianos la porfía está (casi) cantada. Correa, quien quedó bye en la primera ronda, debe avanzar por su zona en el organigrama, para buscar la revancha frente al talentoso camagüeyano Ramón Luis, que lo derrotó este año en el torneo por equipos y las tiene todas consigo para acceder a la gran final.
Este Playa Girón, que cumple sus 50 años de vida, ha permitido ver como entrenadores a un grupo de figuras que otrora le dieron colorido por doquier. Entre ellas destacan el campeón olímpico Maikro Romero, al frente del colectivo nacional juvenil, así como el titular mundial Damián Austin y el segundo olímpico Andry Laffita, jefes de entrenadores en Las Tunas y Artemisa, por ese orden. ¡Enhorabuena para ellos!