Lo que podía ser el sueño de Hansel y Gretel, un río y una insólita cascada de caramelo, fue la pesadilla durante tres días para los bomberos de Santa Adelia, un municipio brasileño donde se incendió un almacén de azúcar de la compañía Agravia y provocó el torrente de melado que amenazó con inundar casas vecinas, generó la evacuación de 17 personas y la pérdida de 28 000 toneladas del dulce. Los bomberos necesitaron 70 horas para combatir el fuego y todos contribuyeron en la construcción de diques para contener el caramelo.