Apartamentos, oficinas y tiendas de Nueva York están siendo invadidos por… ¿marcianos?, ¿monos gigantes?, ¿avispas cibernéticas? No, no. ¡Chinches!, minúsculos insectos que taladran la piel y chupan la sangre. «Queremos advertirles a las chinches que sus días están contados», amenazó una autoridad municipal, pero los bichos están por todos lados, y este año los servicios de emergencia han recibido 31 719 llamadas vinculadas a ellos, 26 000 más que en 2009. En mi barrio, el problema lo resuelven con un solo grito: «¡Agua!».