Cuando a un hogar rocanrolero llega un bebé, suelen acabarse para sus progenitores los conciertos locos y a deshora. En el Reino Unido, sede de varios de los principales festivales de rock del planeta, ya tienen la solución para ese problema. Boutique Babysitting, empresa creada por dos fanáticas del heavy metal, ofrece un servicio completo de cuidado de niños, en dos carpas climatizadas en la que los menores podrán jugar a ser como Mick Jagger, mientras sus padres se desmelenan al ritmo de su banda favorita. ¡Oh, yeah!