La presentación de Sinceramente en La Habana es la primera que realiza Cristina Fernández fuera de su país, y también la primera en su condición de Vicepresidenta Autor: Maykel Espinosa Rodríguez Publicado: 08/02/2020 | 09:17 pm
Una «hinchada» de argentinos coreaban desde hacía unos minutos: «Ya volvió, ya volvió», entre otros cantos, cuando uno de los compatriotas de Cristina Fernández sugirió: «Uno cubano, uno cubano». Se escuchó entonces: «¡Pa’ lo que sea, Cristina; pa’ lo que sea!».
Poco después, la exmandataria y actual Vicepresidenta argentina irrumpía en la atestada sala Nicolás Guillén del Complejo Morro-Cabaña, acompañada por el Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
No podía ser distinto el preámbulo de un encuentro que excedió la mera presentación formal de un libro, porque Sinceramente —su primer volumen de este tipo, y al que anteceden otros tres que compilan discursos y textos— es mucho más que un suceso estrictamente literario y constituye también, como comentó el presentador Marcelo Figueras, periodista argentino, un «fenómeno político».
El texto —un bestseller desde su presentación en Argentina el pasado abril, acogido con un calor premonitorio de los resultados electorales que vendrían después— lo empezó Cristina víspera del traspaso electoral a Mauricio Macri, pues quería contar lo que le había pasado a ella y a Argentina después de aquel día.
Lo terminó en Cuba, donde acabó de escribir el último capítulo, iniciado en el comedor de su casa antes de venir a visitar a su hija Florencia —enferma por estrés y atendida aquí, en marzo de 2019—, y que resultó, a la postre, el primer capítulo de un libro que, aclaró, no es una autobiografía.
Combativos como los pasajes que la autora narra y los saludos que la recibieron fueron los comentarios de Cristina —aunque desenfadada y muchas veces jocosa— durante la velada vespertina, conducida por el colega Marcelo con esa profesionalidad demostrada cuando preguntó a la Vicepresidenta casi todo lo que habríamos querido saber cada uno de los asistentes.
Tratándose de los años de «macrismo», no podían quedar fuera del libro ni de los apuntes con que explicó su contenido, fenómenos como el lawfare o judicialización de la política, que ella calificó como un capítulo especial de América Latina, pero que adquirió en Argentina un componente mafioso y contra las familias, con el propósito de estigmatizarla.
Ya no era necesario «desaparecer», como hicieron los militares durante la dictadura contra «los militantes disidentes» de los Gobiernos latinoamericanos. Ello se remplazó por la supresión mediática a través de la estigmatización, explicó.
Vendría en Argentina, tras aquella dictadura iniciada en 1976, un modelo financista que endeudó al país por más de diez mil millones de dólares anuales y que lo ató al Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia, el desarrollo de un modelo de industrialización y el pago que desendeudó a la nación. Por primera vez Argentina, destacó, no estaba sometida a los condicionamientos del FMI.
Pero con Macri llegó otro período de endeudamiento ascendente a 30 000 millones de dólares por año, que dejó a esta Argentina que recibe el nuevo ejecutivo con una deuda de 44 000 millones de dólares con el FMI. «Eso no fue casual», apuntó.
Cristina consideró que este debe ser un punto de inflexión y que se debe investigar la deuda soberana, como una forma de impedir que el ciclo se repita, independientemente del proceso de restructuración de la deuda iniciado por el Gobierno del que forma parte. «Hay que poner un punto. Nunca más», señaló.
Ratificó la postura del Frente de Todos y de Alberto Fernández desde la campaña electoral. No se puede pagar si el país no puede crecer económicamente, y no se puede crecer si no se inyectan inversiones a la economía. Lo primero que tenemos que hacer para pagar es salir de la recesión, aseveró.
Fue una conferencia magistral la que regaló Cristina Fernández. Y la impartió como escribió: Sinceramente.
Cristina agradeció la atención médica recibida en Cuba por su hija Florencia, y tuvo palabras de reconocimiento para los profesionales de la salud de la Isla. Foto: Maykel Espinosa Rodríguez
El Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, acudió a la interesante velada junto a intelectuales y público, en general, de la Isla, además de visitantes argentinos a la Feria. Foto: Maykel Espinosa Rodríguez