Lorenzo Fajardo y Enrique Almirante crearon una dinámica de trabajo muy fuerte durante sus desempeños en la agencia Caricatos. Autor: Cortesía de la agencia Publicado: 21/09/2017 | 06:31 pm
Lograr un puesto respetable en el mercado cultural a través de propuestas ingeniosas y exigentes resulta uno de los propósitos esenciales de una institución habanera que intenta combinar elegantemente la sensibilidad artística con las crudezas de la competencia.
La Agencia de Representaciones Artísticas Caricatos no es una empresa que percibe sus 15 años de creada como el fin consumado de sus objetivos fundacionales. Más bien, estos años constituyen todavía los primeros intentos de resultados más alentadores.
A pesar de todos los logros y del reconocimiento de los artistas que integran su catálogo, el equipo de trabajadores aspira a optimizar sus beneficios, continuar ofreciendo sus servicios tradicionales con mayor calidad, e incorporar nuevas ideas que propendan a elevar su nivel empresarial y artístico.
En entrevista para esta publicación, Lorenzo Fajardo, director de la agencia, destacó las condiciones en las que trabaja la empresa actualmente, señaló cuáles son sus desafíos, y advirtió en qué medida han aportado al desarrollo de la cultura cubana durante más de una década.
—¿Cuáles fueron los objetivos iniciales de la Agencia Caricatos?
—El propósito inicial de crear la agencia en el año 2000 se debió a Carlos Padrón, presidente en aquel entonces de la Asociación de Artes Escénicas de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
«El objetivo central consistió en agrupar un número determinado de artistas en una agencia de nuevo tipo que no retribuyera el pago por salario, sino por ingresos personales.
«La propuesta partió de la necesidad de querer realizar cosas novedosas en el mercado artístico. Rompió con lo que se estaba haciendo hasta ese momento. Pretendió que los artistas pudieran buscar nuevas oportunidades, trabajar con una dinámica distinta, y disponer de una agencia que los representara.
«Yo me incorporé en el 2002, y hasta ahora hemos seguido la misma línea. Buscamos siempre lo más provechoso posible desde el punto de vista artístico y económico.
«El actor Enrique Almirante fue el primer director de la agencia. Padrón le encomendó esa tarea y la ejecutó muy bien. Enrique quería hacer muchas cosas por los artistas. Desde que lo conocí me sentí muy comprometido con la institución, aunque no soy actor. Sabía cuáles eran sus ideas, conocía qué se podía hacer o no, y hasta dónde se podía llegar».
—¿Cómo valora el trabajo de la empresa durante estos 15 años?
—Caricatos se ha ido ganando un espacio lentamente en todo este tiempo y apelamos siempre a marcar diferencias. Las cosas no se han logrado de un día para otro: ha sido un trabajo de mucha dedicación.
«Nos hemos dado a la tarea de buscar el personal más adecuado que entienda cuál es la misión, visión y objetivos de esta entidad. Necesitamos que conozcan qué queremos hacer, cómo lo vamos a hacer y hacia dónde vamos.
«Nuestra clave es la búsqueda de la excelencia. Pretendemos ser cada día más exigentes porque la vida va cambiando y tenemos que cambiar también junto con ella. Para nosotros es imprescindible la calidad de nuestros artistas, y resaltamos constantemente la necesidad de elevar su nivel profesional».
—¿Se siente satisfecho con el equipo de trabajo y el catálogo de artistas que poseen?
—Sí. Estamos rodeados de personas de vasta experiencia que son muy importantes porque nos han enseñado muchísimo. Formamos un gran equipo de artistas y administrativos. Si no hubiera sido así, no se habrían logrado los resultados que tenemos.
«La compenetración entre todos es un ingrediente que no puede perderse. Los artistas saben que esta es su casa. Para nosotros lo más importante es su representación, su atención y tratar de hacer lo mejor por ellos hasta donde nos permitan nuestras posibilidades.
«Buscar un catálogo de excelencia no es fácil; y el logro más grande al que podemos aspirar es a la calidad, la profesionalidad y la ética de los artistas».
—¿Cuáles son los servicios que brinda la agencia?
—Los principales servicios que brindamos son las presentaciones artísticas y técnicas en las diferentes manifestaciones de las artes escénicas. Ofertamos prestaciones de sesiones fotográficas y modelaje de pasarela. También buscamos producir y comercializar audiovisuales sobre artes escénicas, tanto a nivel mayorista como minorista. Además de eso, poseemos otra serie de servicios interesantes y diferentes cursos de superación.
—¿Qué es lo más difícil de dirigir en una empresa con estas características?
—A la hora de sacar adelante una agencia como esta se suelen encontrar muchas dificultades por el camino. Por ejemplo, tenemos que saber cómo vamos a representar adecuadamente a nuestros artistas. Ese aspecto esencial no puede fallar. Sin embargo, hay medios que no nos facilitan esa posibilidad de manera apropiada, principalmente con los actores.
«Los espacios culturales se reducen y en ocasiones hay obstáculos que impiden accionar de la mejor manera. Cada espacio decide por sí mismo lo que va a proyectar y cómo lo va a hacer. Dentro de las artes escénicas no hay muchos problemas, pero la cosa cambia cuando sales de ahí. Nos cuesta un poco de trabajo poder encaminar el talento que poseemos.
«Por ejemplo, resulta un tanto complicado colocar actores y actrices en la Televisión o en el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), porque ellos deciden quiénes van a trabajar en cada una de sus producciones.
«Estamos buscando algunas variantes que nos posibiliten que el actor no piense solamente en la Televisión o en el Icaic. Ellos pueden hacer radio, teatro, participar en peñas, realizar monólogos en distintos escenarios… En fin, llevamos a cabo una serie de acciones que se van concretando poco a poco, según nuestras capacidades».
—¿Cómo definiría el trabajo de una agencia de representaciones artísticas?
—Las agencias de este tipo tienen que ser muy agresivas en el mercado, deben saber colocarse en él de manera exitosa, establecer las vías más idóneas para optimizar las relaciones con los lugares con los que interactúa en su quehacer diario, y mejorar cada vez más sus vínculos con los clientes.
«Lograr todo ello nos permitiría, sin dudas, ubicarnos mejor en el mercado y que las personas reconozcan mucho más nuestro trabajo».
—¿Existen requisitos para formar parte del catálogo de la agencia?
—Sí. Los artistas deben tener una evaluación y contar con una serie de exigencias muy bien definidas por nuestro Departamento Comercial.
—¿Qué estrategias define Caricatos para ser competitivos?
—Debemos convertirnos en magos para lograr ser competitivos. ¡El mercado no es fácil! Las buenas relaciones que podamos ir alcanzando pueden ayudar mucho a consumar este objetivo, pero también es importante hacer cosas diferentes y con calidad.
«Te pongo un ejemplo: hace un tiempo no se escuchaba nada lírico en un cabaré o en un bar; los primeros pasos en ese sentido los dio la cantante Maylú Hernández, en el Café Amelia, ubicado en el Centro de Negocios de Miramar. Y el bar se llenaba con esa propuesta.
«¿Qué hizo la cantante? Trató de presentar algo diferente y con calidad. Así es como tenemos que entrar al mercado: poco a poco, con calidad, y con propuestas novedosas.
«Hay personas que piensan que nos divertimos mucho cuando hacemos cosas atrevidas. Y la realidad es bien diferente porque nos sentimos bastante estresados tratando de obtener los mejores resultados y de ser lo más organizados posible. En efecto, el 2015 fue muy duro para nosotros».
—¿Cómo surgió la idea de entregar el premio Enrique Almirante?
—Lo hicimos porque nos sentíamos en deuda con el actor. Enrique Almirante fue una persona maravillosa y tenía líneas de trabajo bien concebidas.
«Se trata de un premio añorado por la familia y por nosotros; y el mejor momento para entregarlo era en el 15 aniversario de la agencia».
—¿Han dejado de realizar algo en la empresa que les hubiera gustado hacer en todos estos años?
—No hemos podido concretar la realización de un mayor número de documentales sobre nuestros artistas. Eso está dentro de nuestros objetivos, pero no lo hemos logrado.
«Nos interesa acceder al sector privado. En ese sentido hay mucha tela por donde cortar.
«Deseamos que el pueblo cubano pueda ver esos documentales por televisión y tener discos sobre nuestros artistas. Asimismo, queremos que se puedan vender en festivales de teatro o en ferias de libros».
«Estamos decididos a llegar al final de nuestros propósitos. Y hacer más si es posible…»