Josefina Méndez, primera bailarina y maitre del Ballet Nacional de Cuba, falleció en La Habana, víctima de cáncer. Una de las mayores figuras de la danza en Cuba, era conocida como una de las Cuatro Joyas del ballet cubano, junto a Loipa Araújo, Aurora Bosch y Mirta Plá.
La Méndez nació en La Habana, el 8 de marzo de 1941, y comenzó a tomar sus primeras lecciones de ballet en la Escuela de la Sociedad Pro-Arte Musical y los continuó en la Academia de Ballet Alicia Alonso, bajo la dirección de Alicia y Fernando Alonso, León Fokine y José Parés, entre otros destacados profesores, quienes fueron descubriendo en ella un inmenso mundo interior que la inclinaba a lo romántico.
Bailarina de amplio diapasón, fue además una consumada estilista. Su baile descubrió al mundo una nueva y completa escuela de ballet, la cubana: en el I y II Concurso Internacional de Ballet, en Varna, Bulgaria, obtuvo medalla de bronce y de plata, respectivamente; en Francia en 1970 recibió junto al Ballet Nacional de Cuba el Grand Prix de la Ville de París, Francia, y la Estrella de Oro; fue merecedora del Premio Internacional de Arte Sagitario de Oro, en Italia, en 1976, y en Polonia se le otorgó, en 1981, la Medalla de Honor en el Festival de Ballet de Lodz.
Su elegante y majestuosa presencia escénica, su dominio de la gran tradición romántico-clásica, su desenvoltura en los roles modernos, la llevaron a ser artista invitada en diversas compañías del mundo, como el Ballet Arabesque de Sofía, Bulgaria; los teatros de Ópera y Ballet de Odesa y Alma Atá, y de la Sala Rossía, de Moscú; el Ballet de la Ópera de París, Francia; la Compañía Nacional de Danza de México; el Ballet Ateneo de Caracas, Venezuela, y el Ballet de Cali, Colombia.