Jóvenes destacados de la región oriental encabezados por la Primera Secretaria del Comité Nacional de la UJC depositaron rosas ante el monolito del Comandante en Jefe, el Mausoleo al Apóstol y los monumentos funerarios a Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales. Autor: Odalis Riquenes Cutiño Publicado: 18/03/2022 | 08:35 pm
SANTIAGO DE CUBA.— Jóvenes destacados, cuadros y trabajadores con 10 y 20 años de entrega a la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en la región oriental, encabezados por la Primera Secretaria del Comité Nacional de la organización, Aylín Álvarez García, rindieron tributo este 18 de marzo a los padres fundadores de la nación en el cementerio patrimonial Santa Ifigenia.
Como parte de una ruta por la historia de la Patria que saluda las seis décadas de la vanguardia política joven, en una mañana de sol intenso y emociones a flor de piel, los noveles depositaron rosas blancas y rojas ante el Mausoleo al Héroe Nacional, José Martí; los monumentos funerarios de Mariana Grajales, Carlos Manuel de Céspedes, y el monolito que atesora las cenizas del Comandante en Jefe Fidel Castro.
La idea de que continuar la obra de aquellos que entregaron su sangre generosa por esta libertad es la mejor garantía de futuro, fue pensamiento recurrente en una jornada en la que una representación del Buró Nacional de la UJC reverenció igualmente al líder de la clandestinidad Frank País García y al joven combatiente William Soler Ledea, torturado y acribillado por la tiranía con solo 14 años.
Durante el recorrido por la necrópolis, donde las banderas cubanas y del 26 de julio ondeando junto a las tumbas de los caídos son evidencia de la entrega imberbe en el camino de la Revolución, Santiago Mock Maimir, fundador de la UJC en la región, comentó a la máxima dirección juvenil en el país sobre los desvelos en este lado cubano para preservar la memoria histórica, especialmente el recuerdo de más de un centenar de cuadros que pasaron por la organización y hoy yacen en este camposanto.
Fue este el mejor preámbulo para, minutos más tarde, reconocer la entrega y el protagonismo de noveles que con responsabilidad, compromiso y entrega reverencian la huella de los antecesores desde los más diversos sectores de la sociedad.
En acto solemne efectuado en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, seis estudiantes sobresalientes y siete jóvenes con una trayectoria de aportes en la defensa, la economía, la docencia y los servicios, de las provincias de Las Tunas, Granma, Holguín, Guantánamo y Santiago de Cuba fueron condecorados con las medallas José Antonio Echeverría y Abel Santamaría Cuadrado, respectivamente.
Como premio a un quehacer con resultados en el cumplimiento de sus misiones que diariamente pone en alto el prestigio de la organización, les fue conferida la Bandera de Honor de la UJC a ocho centros orientales.
De igual manera, y por única vez, dos pioneros y cuatro muchachos y muchachas que despuntan en el estudio; 18 jóvenes con un desempeño relevante en la producción y los servicios durante los días más intensos de la pandemia y una veintena de cuadros y trabajadores de la UJC con 10 y 20 años de aporte incondicional, recibieron la Moneda conmemorativa 60 Aniversario, instituida para festejar la ocasión.
Entre los distinguidos estuvieron la pionera de 9no. grado Delenis de la Caridad, siempre activa al frente de su colectivo: la ESBU Mártires de Aguacatico, en Puerto Padre, Las Tunas; y Ruth Benita Yero, la estudiante de 5to. año en Licenciatura en Ciencias Farmacéuticas de la Universidad de Oriente, quien dio nuevos significados a valores como humanismo y solidaridad, mientras laboraba como voluntaria en el Laboratorio santiaguero de Biología Molecular.
También el Primer teniente Víctor Luis González, perito y dirigente juvenil del Laboratorio Provincial de Criminalística de Santiago de Cuba, orgulloso del desempeño de sus compañeros que cada día materializan el concepto de Revolución en el esclarecimiento desde la ciencia de los hechos delictivos y la doctora María Elena Mora, joven epidemióloga cuya estatura creció mientras compartía con importantes personalidades de esa especialidad los rigores del enfrentamiento a la pandemia, y muchos otros, cada uno con una historia de compromiso con su tiempo.
Por eso la segunda secretaria del Comité Nacional de la UJC, Lisara Corona Oliveros, al intervenir en la ceremonia, significó que a 60 años de aquel 4 de abril de 1962 la juventud cubana se ratifica comprometida, consciente y dispuesta a defender los mejores valores éticos y morales en los que nos ha formado el socialismo.
«Nos sabemos presente y futuro de una obra que continúa: la Revolución», sentenció. Y la rotunda aprobación de los presentes fue la mejor garantía de un mañana.
Acompañaron a los noveles en la vistosa ceremonia el integrante del Buró Político y secretario general de la CTC, Ulises Guilarte de Nacimiento y los miembros del Comité Central del Partido José Ramón Monteagudo Ruiz y Beatriz Jhonson Urrutia, secretario del Partido y Gobernadora de la oriental provincia, respectivamente.