Enfermedades cardiovasculares. Autor: Archivo de JR Publicado: 21/09/2017 | 07:00 pm
Las enfermedades crónicas no transmisibles (ENT) se consideran en la actualidad la primera causa de muerte en el mundo, y entre ellas están las afecciones cardiovasculares, el cáncer, los padecimientos respiratorios crónicos y la diabetes mellitus, responsables del 63 por ciento de los decesos (36 millones, de 57 millones de fallecimientos globales).
Los datos los aportó este jueves María Cristina Reyes Fernández, representante del Centro Latinoamericano de Medicina de Desastre, durante el panel Variabilidad del clima y las enfermedades crónicas no transmisibles, efectuado en el 5to. Congreso sobre cambio climático, que sesiona desde este lunes en la capital cubana, como parte de la 11na. Convención Internacional sobre Medio Ambiente y Desarrollo.
Para la profesora, aunque los principales factores de riesgo de padecer una ENT son el tabaquismo, el uso nocivo del alcohol, la mala alimentación y la falta de actividad física, no se puede descartar la influencia del medio ambiente.
«La contaminación física, química, biológica, sicosocial y sociocultural influyen directamente en el desarrollo de las ENT, al incidir sobre el grado de susceptibilidad o de incapacidad del ser humano para afrontar los efectos adversos del cambio climático y, en particular, la variabilidad del clima y los fenómenos extremos», precisó.
Otros desencadenantes también mencionados por Reyes Fernández fueron el sistema de asistencia sanitaria (calidad, cobertura y acceso) y el estilo de vida (conductas saludables). Este último es muy importante ya que, contrario a los criterios que circunscriben estos padecimientos a la tercera edad, e incluso a uno u otro sexo, actualmente más de nueve millones de las muertes atribuibles a las ENT se producen en personas menores de 60 años, y afectan por igual a mujeres y hombres.
Sobre la distribución geográfica de tan delicadas afecciones, la especialista explicó que, aunque hasta hace unos años el 80 por ciento de estas enfermedades se daban en los países de ingresos bajos y medios, hoy también se considera como la primera causa de muerte en muchas naciones ricas y constituye no solo un problema sanitario, sino también un desafío en materia de desarrollo.