Tras la implementación de la Resolución 17, los índices productivos de Pescaspir han alcanzado niveles nunca antes registrados. Autor: Vicente Brito Publicado: 21/09/2017 | 06:16 pm
SANCTI SPÍRITUS. — Con el propósito de lograr un socialismo próspero y sostenible, Cuba aspira a elevar sus índices productivos, fundamentalmente en sus empresas. Justamente, una de las vías por la que se apuesta es la implementación de la Resolución 17 del 2014, del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
La aún reciente legislación admite las formas de pago por rendimiento (destajo y resultados) y tiempo (horario, principalmente, en unidades presupuestadas), lo que favorece el aumento de la productividad, la eficiencia, la disminución de los gastos y costos, y el mejor aprovechamiento de la jornada laboral. De esa forma, según lo establecido, resulta una correcta estrategia económica. Mas, no en todos los lugares se han obtenido los resultados previstos.
Para Carmen Rosa González, miembro del Secretariado Provincial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en Sancti Spíritus, el primer tropiezo fue que la referida Resolución apareció sin una metodología, lo que provocó interpretaciones inadecuadas. Igualmente, reconoció que en varias entidades existió premura en su implementación, aunque no hubo fecha tope para ello y llegó cuando los planes técnico-económicos estaban aprobados, a pesar de que en sus páginas se explica detalladamente que la forma de pago por rendimiento se aprueba anualmente en el proceso de elaboración del plan.
De acuerdo con Osmany Rodríguez Martínez, jurídico de la Dirección Provincial de Trabajo (DPT) aquí, a eso último se añade que, incumpliendo con lo indicado, los planes se construyen, en la mayoría de las ocasiones, desde el nivel central, sin que se colegie con los trabajadores ni se tengan en cuenta las condiciones reales de cada entidad. Además, consideró, incide negativamente en la implementación de la Resolución 17 la inexistencia de especialistas que normen las tasas, como resultado de estudios, responsabilidad que recae en quienes laboran en las áreas de Recursos Humanos, donde se analizan otros asuntos laborales.
Pese a ese rosario de limitaciones, agregó Carmen Rosa González, hoy un 70 por ciento de las empresas espirituanas que la aplican ya obtienen resultados positivos. En otras, tanto de carácter nacional como de subordinación local, las torceduras de los inicios aún no permiten la dirección correcta. Al cierre del primer semestre, según documentos de la Subdirección de Organización del trabajo y los salarios (OTS) de la DPT del territorio, solo cinco entidades presentan deterioro en sus indicadores económicos.
Uno de los ejemplos negativos que aparece registrado en los informes del Secretariado Provincial de la CTC en Sancti Spíritus es el de la unidad empresarial de base (UEB) Jatibonico, perteneciente a la Empresa del papel. Opiniones desfavorables e inconformidades abundan en las viejas naves de esa entidad.
«La aplicación aquí no ha sido la adecuada. Aunque cumplimos, vivimos con incertidumbre hasta que cobramos, porque dependemos de que la empresa a la que pertenecemos obtenga resultados», dijo Idael Figuera Pérez, quien labora desde 1986 en ese centro, penalizado en enero y febrero porque al pagar la estimulación de diciembre de 2014 en el primer mes de este año, se quedó sin respaldo productivo por no tener una elevada producción en los primeros días de 2015.
Aniuska Hiriendo Borrego, jefa del área contable financiera de esa entidad jatiboniquense, identificó como una desventaja de la referida Resolución para las UEB, el hecho de que estas no tienen autonomía económica, a lo que se añade que son entidades dependientes de tecnologías atrasadas y materias primas que no siempre llegan en tiempo.
Esas problemáticas atan de pies y manos a los empresarios para aplicar el pago a destajo, una de las principales potencialidades de la Resolución 17, opinó Rodríguez Martínez. Para su implementación se precisa contar con los elementos que garanticen la producción. Por ello, hoy resulta una debilidad en el territorio espirituano, según el experimentado jurídico, el predominio de la aplicación solo por resultados, y que los que la aplican por destajo, lo hacen por tasas desactualizadas.
Sin embargo, resultados muy diferentes a los de la UEB Jatibonico se obtienen en la Empresa Pesquera de esta provincia (Pescaspir). Ana Iris Pérez Hernández, una de sus trabajadoras no vinculada directamente a la producción, se siente satisfecha con el cambio del entorno empresarial cubano en tiempos de implementación de Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución. Para ella y el resto del colectivo resulta cotidiano hablar de indicadores financieros y cumplimientos de planes.
«Todos estamos al tanto de lo que se hace, cómo ahorramos más y cómo se impide afectar el gasto de salario por peso de valor agregado bruto planificado. Unas veces cobramos más que otras, pero las cuantías siempre son superiores a las de antes», afirmó. Ella fue testigo en su centro de varias conferencias impartidas por miembros del sindicato, la Dirección Provincial de Trabajo y la Universidad yayabera, a fin de comprender la nueva legislación.
Aunque en la provincia se hicieron varias capacitaciones con los directores de empresas, la práctica ha demostrado que no se llevaron los conocimientos a cada puesto de trabajo. Por ello, aún se visitan mensualmente aquellas entidades con mayores problemas para incidir en la comprensión e implementación de la Resolución 17, aseguró Idania Hernández, subdirectora de la OTS en la DPT de Sancti Spíritus.
Números son números
Pasado un año de la aplicación de la Resolución 17 en tierra espirituana, persisten en torno a ella problemas objetivos y subjetivos. Satisfacción para muchos cuando aumentan sus salarios y se sienten estimulados para producir más; descontento para otros, cuando se desaprovechan las posibilidades que brinda la 17.
Hasta el Secretariado Provincial de la CTC en Sancti Spíritus han llegado diversas reclamaciones: inestabilidad en las materias primas, rotura por la longevidad de las máquinas; penalización de todas las UEB de una empresa por igual, aunque alguna haya cumplido; el cobro por debajo del salario mínimo aprobado en el país (225 pesos) e inconformidad porque los directivos cobran más que quienes están directamente en la producción. Estas incongruencias han demostrado, primero, desconocimiento de los derechos y deberes de los trabajadores con la nueva legislación y, segundo, de los dirigentes, incapaces en varios casos de adaptar los sistemas de pago a las realidades de sus empresas.
«Hemos resarcido a todos los que han reclamado y tenían la razón. Se han aplicado medidas de acuerdo con la gravedad de los hechos. Afrontamos aquellos casos en que por malas interpretaciones se pagaron cuantías menores a los 225 CUP por resultados a trabajadores contratados, y se discute allí donde aún se beneficia desmesuradamente el personal indirecto a la producción», expuso la dirigente sindical.
No obstante, Osmany Rodríguez reconoció que se precisa redoblar los esfuerzos a fin de lograr una adecuada aplicación de las formas de pago en las entidades espirituanas, porque aún no disminuye el número de dudas y quejas llegadas a la DPT.
Sucede que todavía hoy las dificultades contables en varias empresas y las fisuras de sus aparatos administrativos también mellan en Sancti Spíritus las potencialidades de la legislación.
«Podemos decir que es una Resolución que viene cogiendo el paso; pero todavía en todos los colectivos no tenemos el personal idóneo para planificar y ejecutar los sistemas económicos de acuerdo con los recursos propios», manifestó Carmen Rosa González.
De los beneficios de una adecuada aplicación de la Resolución 17 para la eficiencia de las empresas, hablan los índices económicos de Pescaspir. Su productividad ha aumentado en un 8,3 por ciento en comparación con el año anterior, la producción mercantil está al 108,5, el total de ingresos al 104, la utilidad al 115,2 y el valor agregado al 113,2.
Para Miguel Piñero, director de capital humano de ese centro, la posibilidad de diseñar los sistemas de pago de acuerdo con las características de la empresa resulta revolucionaria. Allí 638 trabajadores reciben sus salarios mediante la forma de pago por rendimiento, de ellos 433 a destajo y 205 por resultados.
«Continuamos organizándonos para no detenernos, ya sea por falta de materia prima o porque no contemos con los medios de protección. Exigimos que todas las capacidades industriales estén al máximo y la brigada de mantenimiento esté lista», dijo, y opinó que el éxito de la aplicación de la Resolución 17 depende de las decisiones y acciones de la entidad.
Según Idania Hernández, la efectividad que se obtenga dirá mucho de la visión que hayan tenido quienes cuentan ahora con el amparo de normas jurídicas que les permiten flexibilizar y mejorar su gestión.
Resultado final
Evidentemente, cuando se logran cumplir los indicadores aprobados en el plan de la economía, todo fluye bien. Sancti Spíritus lo sabe, ya que tiene un mejor semblante con una mejor productividad en el primer semestre de este año, y el salario medio está por encima de los 700 pesos. Aunque todavía resta mucho por hacer.
La descentralización de facultades de la empresa cubana exige cada día más preparación y responsabilidad en un contexto nuevo, que favorezca la eficiencia y productividad del país, libere las fuerzas productivas y mejore la economía familiar.