La estrenada Unidad Productiva Avícola. Autor: Yahily Hernández Porto Publicado: 21/09/2017 | 05:39 pm
CAMAGÜEY, Jimaguayú.— Cuentan los que peinan canas que el Instituto Politécnico Agropecuario (IPA) Mártires de Pino Tres, perteneciente al municipio de Jimaguayú, durante años fue la entidad de su tipo de referencia en la nación.
Con el transcurso del tiempo la imagen del centro se deterioró, como consecuencia también del divorcio institucional de quienes podían ayudar a su preservación, importante por tratarse de un escenario fundamental en la formación de agricultores del centro-oriente del país e, incluso, de cientos de jóvenes extranjeros.
El 11 de septiembre de 1972 abrió sus puertas este coloso agropecuario, una obra civil de 20 000 metros cuadrados que graduó durante más de cuatro décadas a 10 891 jóvenes en diversas especialidades del ramo.
Luego del abandono al que fuera en su tiempo el instituto más grande de Latinoamérica, hoy se proyectan esfuerzos para que el centro recupere su brillo.
«Aquí se restableció en cuatro meses un bloque docente con 16 aulas, dormitorios, baños y locales para profesores; se instalaron la cámara de frío y la caldera, que le ahorra al centro 18 000 pesos, y se transformaron las unidades docente-productivas, las cuales ocupan un área superior a las diez caballerías», explicó a JR Bárbaro Osorio de los Reyes, director de la institución.
Un verano diferente
En agosto, mientras en el país trabajadores y estudiantes disfrutaban de las vacaciones, en Pino Tres un «terremoto constructivo» estremeció sus vetustas paredes.
Roberto Lánama, fundador del instituto, describió lo ocurrido: «Se trabajó intensamente y aún no sabemos cuándo descansaremos». A lo que suma el almacenero Miguel Lafuente: «El reto de todos nosotros es responder a la gigante inyección de recursos asignados para echar “pa’lante” esta obra».
A estos criterios se unió el de la joven profesora Milagros Estrada: «Aquí no ha quedado cabo suelto sin amarrar, porque hasta los animales de pura raza están a buen resguardo en sus cuartones y establos».
Como parte de la restauración —afirmó el electricista Yovanny Pérez— se instalaron 800 metros de cable, se pintaron 35 000 metros cuadrados de pared y se colocaron unas 500 ventanas.
Sueños en tiempo futuro
Esta escuela, construida con el objetivo de potenciar la cuenca lechera de Jimaguayú soñada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, posee como reto principal «convertirse en Centro de referencia para la ganadería cubana», puntualizó Osorio.
Los anhelos son amplios y se multiplican tanto en sus cerca de 400 estudiantes como en los 200 trabajadores del centro.
«Necesitamos nuestra Pista de rodeo de vuelta, símbolo de nosotros, los ganaderos», insistieron los estudiantes Gabriel Abelarde y Miguel Ángel Carmenate.
Según el Director de Pino Tres, hasta el cierre de este reportaje se habían ejecutado 3 633 900 pesos. Agregó que la institución acoge alumnos de todos los territorios de la provincia y en ella se estudia para técnico de nivel medio en Zootecnia, Veterinaria, Agronomía y Contabilidad, y obrero calificado en Agropecuaria.
El dirigente subrayó que «es imprescindible transformar el proceso docente-educativo, priorizando la formación de valores en el alumnado; con el autoabastecimiento alimentario, el vínculo con la Universidad y convertirnos en una potencia del conocimiento de este sector en la nación».
Una de las recomendaciones necesarias para el desarrollo científico-técnico de profesores y egresados la añadió el experto Benedo Morales, médico veterinario del plantel: «Es preciso implementar las tecnologías en el proceso docente-educativo para lograr lo que deseamos».
Mientras… los constructores se preparan para la segunda etapa de reparación capital.