La Revolución Bolivariana y el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías en Venezuela, son el mejor ejemplo de la importancia del estudio y el fomento de la historia regional y local. Ello se puso de relieve por René González Barrios, presidente del Instituto de Historia de Cuba, al inaugurar, en la mañana de este miércoles, el X Taller Internacional sobre los problemas teóricos y prácticos de esta especialidad, en la sede de la institución, en La Habana Vieja.
Ante expertos de Cuba, Venezuela, México, Costa Rica, Gran Bretaña y España, González Barrios dijo que las misiones sociales venezolanas tocaron las puertas de las ciudadelas, los pobres, los indígenas, los campesinos marginados de las ignotas llanuras, quienes han recobrado el orgullo y la razón de existir, después de muchos años sin historia y sin ser contemplados a la hora de las decisiones políticas nacionales.
Puso énfasis en el valor casi siempre subestimado, ignorado y olvidado de la historia local, en numerosos países, sin comprenderse que en verdad una simple aldea de cualquier lugar del mundo, es también el universo.
Recalcó que la historia de una nación no se fundamenta solo en los grandes acontecimientos de alcance nacional, sino que se explican también desde la persona, la familia, el barrio, la escuela, el pueblo, la región, el municipio, la provincia, eslabones indisolubles de la identidad; lo autóctono, lo auténtico, el desarrollo y hasta de la seguridad nacional de un país.
Particular interés tuvieron en el primer día del encuentro los trabajos Autonomía frente a la hegemonía: una mirada desde Fidel Castro, de Orlando Abel Martínez; y El Comandante Fidel y la integración regional: una necesidad en los momentos actuales, de Leemay Cabrera Reinosa, investigadores del Instituto de Historia de Cuba.
Carlos Cruz Chávez, historiador y ecólogo social de la Universidad Autónoma de Costa Rica, y su esposa Jeanneth Alán Seas—maestra de la escuela pública Antonio Maceo, de La Mansión— obsequiaron al instituto cubano sede del taller ocho juegos de composiciones fotográficas del poblado, fundado en 1893 por el Titán de Bronce en la región de Nicoya, en la península de Guanacaste.