En Cuba las políticas de juventud se distinguen por su vocación de beneficio social. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:30 pm
Las políticas de juventud en Cuba se han distinguido por su marcada vocación de beneficio social, así las caracterizó el máster Luis Gómez Suárez, del Centro de Estudios sobre Juventud, quien abordó la temática durante uno de los cursos previos al Congreso Internacional de Investigadores sobre Juventud, que abrió sus puertas este martes en el capitalino Palacio de Convenciones.
En el encuentro, delegados e invitados constataron que quien recorra este tópico tendrá obligatoriamente que poner la mirada sobre la historia del país durante los últimos 54 años, etapa en la que el proceso revolucionario dignificó a los jóvenes y los puso en el centro de su dinámica transformadora.
Bajo la conducción especializada de Gómez Suárez, los presentes reconocieron entre las fortalezas de estas políticas la promoción juvenil en la sociedad, la especial atención brindada al factor ético y a la promoción de valores en este sector, y la elevada prioridad que se le ha dado a la educación, la salud y el empleo de las nuevas generaciones, así como que todos estos esfuerzos han sido financiados por el Estado socialista.
Entre las debilidades se reconoció la necesidad de un plan estratégico único e integral de desarrollo de la juventud, la ausencia de un grupo o entidad coordinadora permanente de estas políticas y programas, el carácter homogéneo de las acciones y la centralización de sus programas.
El profesor resaltó igualmente en su exposición los factores que propician el desarrollo de los jóvenes y su integración social, entre los que destacó la voluntad política y de servicio social del gobierno, el consenso existente entre las grandes masas en cuanto a la realización del proyecto socialista y el desarrollo alcanzado por el país.
Igualmente ponderó la considerable institucionalización y organización de la sociedad, y la participación coordinada del Gobierno, de las organizaciones sociales y políticas, y de las familias en la aplicación de los programas.