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La Red Bolivariana de Artistas Plásticos de Venezuela inauguró en el Museo de Caracas la exposición Venezuela le pinta a Martí. Autor: José M. Correa Publicado: 21/09/2017 | 05:29 pm
Al pie del José Martí del Memorial en la Plaza de la Revolución, ese cuya mirada y pose escrutadoras siempre sobrecogen e invitan a pensar sobre nuestras propias contiendas y elecciones, fue depositada este lunes una ofrenda floral por cumplirse 132 años de que el excepcional cubano llegó a Caracas.
En una mañana gris y fresca, donde la suave luz ponía relieve al rojo de las flores del homenaje, confluyeron amigos de distintas naciones de Nuestra América para presenciar la colocación de la ofrenda, cuyas cintas fueron posteriormente acomodadas por Edgardo Antonio Ramírez, embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Cuba, y por Armando Hart Dávalos, presidente de la Oficina del Programa Martiano del Consejo de Estado.
En la ceremonia de ofrenda, convocada por la embajada del hermano país y que inicia una jornada de celebración por parte de sus representantes con motivo de los 160 años del natalicio del Apóstol, Edgardo Antonio Ramírez recordó que el 20 de enero de 1881 Martí arribó a Venezuela por Puerto Cabello, para desde allí trasladarse a La Guaira y luego llegar a la ciudad natal del Libertador Simón Bolívar.
«Hemos hecho este acto —dijo— rodeado de nuestros países hermanos, amigos». Y recordó cómo José Martí fue digno representante de Argentina, de Uruguay, de Paraguay y también de la patria grande de Bolívar, tierra a cuyos hijos pidió un puesto en la milicia de paz.
Ramírez expresó a los presentes: «Apóstol Martí, tu pueblo te ha cumplido, porque los niños tienen escuelas, porque los jóvenes tienen educación, universidades. Apóstol Martí, te hemos cumplido, te ha cumplido el gigante Fidel, te ha cumplido nuestro Comandante Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, y por eso, en este 160 aniversario de tu natalicio, tu nombre seguirá siempre allá arriba, en letras doradas, en el cielo».
Y mientras el amigo venezolano hablaba improvisando, sacando las palabras de sus emociones, era inevitable pensar en lo que el Maestro escribió para niños y adultos sobre su llegada a la tierra de un hombre solar: «Cuentan que un viajero llegó un día a Caracas al anochecer, y sin sacudirse el polvo del camino, no preguntó dónde se comía ni se dormía, sino cómo se iba adonde estaba la estatua de Bolívar. Y cuentan que el viajero, solo con los árboles altos y olorosos de la plaza, lloraba frente a la estatua, que parecía que se movía, como un padre cuando se le acerca un hijo. El viajero hizo bien, porque todos los americanos deben querer a Bolívar como a un padre».
En una de las cintas satinadas de la ofrenda se nos recordaba este lunes que ese ser inmenso llamado José Martí se brindó con toda humildad, de corazón y como un hijo, para dar lo mejor de sí a ese país que hoy sentimos como una extensión de nuestra patria: Venezuela. Por eso no era un hecho lejano el homenaje, sino algo familiar, donde la América de todos tomaba cuerpo y condición de posibilidad.
Bolívar se hizo carne en Martí
CARACAS.— EL natalicio 160 de José Martí y su llegada a Venezuela, por estos días, 132 años atrás, se celebran en este país como propia historia patria.
Durante los últimos días en cada rincón de aquí por donde pasó el Apóstol flores y poesías se han desgranado por venezolanos, y cubanos que colaboran en las misiones sociales.
La víspera, en la Plaza Bolívar de esta capital, se conmemoró aquella llegada del 21 de enero de 1881, cuando ya casi cayendo la noche el joven patriota isleño, sin siquiera buscar hospedaje, fue ante la estatua ecuestre de Libertador a inclinar su corazón ante él.
Al señalar la trascendencia histórica del Héroe Nacional de Cuba para Nuestra América, la Doctora Andreína Martínez, directora de la Cátedra de la Universidad Bolivariana de Venezuela, que desarrolla estudios sobre ambos próceres, sentenció que «Bolívar se hizo carne en Martí».
Humberto González, viceministro de Cultura local, destacó que entre los pueblos de Venezuela y Cuba hay sellada una alianza profunda, que se fue formando a lo largo de la historia por Bolívar y Martí, Chávez, Fidel y Raúl.
Este vínculo, resaltó, ahora es más fuerte, con la presencia de miles de colaboradores cubanos que prestan ayuda solidaria a la Revolución Bolivariana.
Venezolanos y cubanos de las misiones sociales y de la representación diplomática antillana también se reunieron el pasado domingo para conmemorar la llegada del Apóstol a la ciudad, en el viejo Camino de los Españoles —hoy Caminos de los Libertadores— donde un monolito con altos relieves de las efigies del Libertador y el Apóstol, se adelanta —en la altura— a la Puerta Caracas, la antigua entrada a la capital.
Zaida Castro Delgado, directora ejecutiva de la Casa de Nuestra América José Martí, resaltó la enorme solidaridad de la Isla con el país sudamericano, que hoy se pone más en alto con la dedicación de los médicos de la Isla y de Fidel y Raúl a la pronta sanación del presidente Hugo Chávez.
Durante estas jornadas también se le han enviado parabienes y pronta recuperación al líder bolivariano. Como entonces dijo Martí sobre Bolívar, hoy se reitera aquí que a «Chávez aún le falta mucho por hacer en Nuestra América».
Este lunes también quedó inaugurada, en el Museo de Caracas, la exposición Venezuela le pinta a Martí, organizada por la Red Bolivariana de Artistas Plásticos de Venezuela.
Roger Bastardo, autor del catálogo, señaló que por «primera vez, que se sepa, artistas venezolanos le habían dedicado homenaje pictórico de tal magnitud a este gran prócer».
Hablar de Martí —agregó— «no es tarea fácil, ya que su legado es de largo alcance, es encontrar en un hombre múltiples facetas y desarrollarlas a la altura de sus circunstancias como él lo hizo».
Las fiestas martianas han sido organizadas por autoridades gubernamentales e instituciones culturales venezolanas, la embajada cubana y las misiones sociales de la Isla aquí.
Según el programa, para hoy está previsto el concierto Cantos de Amor y Vida, en la Biblioteca Nacional, Caracas, donde participarán Alejandro Primera y los cubanos Carlos Ruiz de la Tejera y Jesús del Valle (Tatica).
El jueves se realizará un Recital de poesías en la Casa Nuestra América José Martí, de esta capital; que el viernes dará abrigo, además, a una masiva simultánea de ajedrez.
