PINAR DEL RÍO.— Como una oportunidad para las personas con déficit visual para percibir imágenes, figuras y entornos, se inauguró en la sede provincial de la Asociación Nacional de Ciegos y Débiles Visuales (Anci), la exposición Manos que miran, de Darién Robaina Alonso, primera muestra de pintura a relieve realizada en Pinar del Río.
La propuesta pictórica, compuesta por cerca de una treintena de piezas de pequeño formato, es una iniciativa para acercar al mundo del arte y a través del tacto, a ciegos y débiles visuales del territorio.
«En la provincia hay experiencias en la vinculación de los miembros de la Anci en talleres de artesanía manual con cartón y poliespuma, pero nunca habíamos contado con una exhibición de artes plásticas con estas características», aseguró Emilia Labrador Hernández, secretaria de Cultura de la Anci provincial.
Labrador Hernández enfatizó además que esta resulta una propuesta artística valedera para la inclusión social de personas con capacidades diferentes en el entramado nacional.
«Es una lástima que no se extienda a otras esferas, y no existan instructores de arte o profesionales afines que exploren las capacidades artísticas de y para ciegos y débiles visuales», apuntó.
Según Yoel Márquez Pérez, joven invidente de 38 años, a través del tacto las personas con estas discapacidades pueden imaginarse dibujos, espacios, objetos. «Al no contar con la visión se desarrollan otros sentidos, al punto de notar, en el caso de las manos, superficies que pasan desapercibidas para la mayoría de las personas».
Darién Robaina, gestor de la iniciativa, desde pequeño posee problemas visuales; por ello ha desarrollado un particular interés por implementar técnicas que permitan a estas personas percibir el arte y las imágenes, a través del relieve creado en cada componente de la obra.
«Ahora quiero incluir el punzón (implemento de escritura en el sistema Braille), y realizar las imágenes con este instrumento, para lograr más superficie en las figuras», añadió.
La exposición atrae también la atención porque el artista, Síndrome de Down, es integrante del proyecto Con amor y esperanzas, que ha desarrollado más de una veintena de exposiciones colectivas y personales en Cuba, México y España.