El enfrentamiento y adaptación al cambio climático es una tarea compleja sobre la que existen pocos antecedentes y experiencias en el mundo. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:06 pm
CAMAGÜEY.— Cuba ha participado activamente, por más de una década, en importantes entrenamientos internacionales para asumir, específicamente en los países en desarrollo, el impacto creciente y negativo del cambio climático.
El científico Roger Rivero Vega, quien ha sido miembro activo de colectivos nacionales e internacionales encargados de desarrollar estas actividades de capacitación, definió que el enfrentamiento y adaptación al cambio climático es una tarea compleja sobre la que existen pocos antecedentes y experiencias en el mundo, concretamente en las regiones más pobres.
«Esta realidad ha motivado un intenso esfuerzo internacional para crear en estos países escenarios de esa naturleza, y llevar a cabo las imprescindibles tareas de adaptación», explicó Rivero Vega, también vicepresidente de la Sociedad Internacional de Meteorología Agrícola.
El investigador agramontino destacó que en numerosas ocasiones esta formación de capacidades se hizo conjuntamente con la evaluación de los impactos esperados en el país objeto del entrenamiento.
«Cuba no ha estado ajena a este esfuerzo y ha desplegado activamente una labor de creación de capacidades utilizando expertos del país con resultados científicos en los sectores económico-sociales más afectados por los impactos negativos de este fenómeno», dijo.
Los sectores más abordados en los entrenamientos conciernen a recursos hídricos, agricultura y producción de alimentos, asentamientos humanos, ecosistemas costeros y salud humana, por ser estos los más vulnerables, insistió el profesor en Climatología Física.
«Cuba ha podido desplegar la estratégica labor de entrenamiento, porque el país cuenta con la voluntad política, y sus instituciones han realizado numerosos estudios nacionales acerca del cambio climático y sus impactos desde la década de los 90, lo que ha permitido obtener una vasta experiencia nacional, que fundamenta su extensión hacia otras regiones del planeta», señaló.
Insistió en que países como República Dominicana, Haití, Saint Kitts y Nevis, Paraguay, Perú, Ecuador, Guyana, El Salvador, Panamá, y comunidades de naciones como el CARICOM, ya han recibido entrenamientos científicos para ayudarlos a enfrentar por sí solos la evaluación y adaptación de los impactos negativos.
El aumento de la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos como huracanes y sequías de diversa índole, la reducción de la productividad primaria neta (producción anual de biomasa de los ecosistemas) y los rendimientos agrícolas, las pérdidas de áreas litorales y costeras por la elevación del nivel del mar y el deterioro de las condiciones ambientales en que se desarrollan las naciones subdesarrolladas o del Tercer Mundo, son solo algunos de los efectos negativos del cambio climático que ya se enfrentan gracias al esfuerzo de países como Cuba, que integran estos colectivos de entrenamiento.