SANTA CLARA, Villa Clara.— Considerados entre los desechos peligrosos, en el país progresa la utilización de aceites usados, luego de entrar en vigor la Resolución 136/2009, refrendada por el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros.
El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) es el encargado de organizar y velar por el cumplimento de dicha disposición.
Esa opción, que se emplea en diversos países, resulta una alternativa especialmente favorable cuando la incineración se efectúa en los hornos de clínker de las fábricas de cemento, u otros similares, donde se alcancen temperaturas superiores a mil grados centígrados.
De esta forma se contribuye a minimizar los riesgos de contaminación, además de representar una vía nada desdeñable para el ahorro de combustible.
La Resolución cataloga de peligrosos toda sustancia o artículo de desecho que por sus características físicas, biológicas o químicas constituyen una amenaza para el medio ambiente y la salud humana.
Los aceites usados, ricos en metales pesados como el plomo, resultan uno de los desechos de más alto nivel de generación en el país; de ahí el tratamiento priorizado que se le concede a ese lubricante, precisó Edith Pérez Oramas, especialista de Gestión ambiental del CITMA en Villa Clara.
Destacó que las empresas que utilizan ese producto, u otros de los considerados peligrosos, están obligadas a cumplir con las disposiciones y presentar al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente su plan en lo referente a su uso, las características de su almacenamiento, transportación y las cantidades disponibles, entre otros aspectos.
Pérez Oramas enfatizó que para el CITMA constituye una prioridad el seguimiento a los desechos referidos para que se haga un manejo seguro y se cumpla lo establecido.
Aceites usados procedentes de Villa Clara son utilizados como combustible en la Fábrica de Cemento Siguaney, en la provincia de Sancti Spíritus, en la Calera Palenque, del Ministerio de la Construcción, y en los complejos agroindustriales villaclareños Heriberto Duquesne, Quintín Bandera y George Washington.
El empleo del lubricante mencionado todavía es bajo, a pesar de los avances, por diversas causas. Entre estas se encuentran la mala calidad de los aceites, que se contaminan donde los almacenan o carecen de condiciones para guardarlos; tampoco hay la cultura necesaria sobre la trascendencia de llevar a cabo esta operación, muy beneficiosa para la economía y el medio.