SANTA CLARA, Villa Clara.— La trasgresión de los conductores al transportar un número de personas superior al permisible, sentadas en las barandas de los vehículos o sin estar estos últimos en adecuado estado técnico, ha estado entre las causas que ocasionaron más de una tragedia en el país.
Como triste recordatorio vale subrayar que en 2009 ocurrieron, solo en Villa Clara, siete accidentes en transportaciones masivas, con 11 fallecidos y 111 lesionados como resultado del incumplimiento de normas para trasladar personas en vehículos de carga.
Lo insólito radica en que se reiteran las violaciones, a pesar del conocimiento que tienen los conductores y responsables de Transporte sobre lo que no se puede hacer.
Ahora en las provincias, las direcciones de Tránsito, ante la inminente temporada de verano que incrementa la transportación hacia playas y otros centros de esparcimiento, instan a las direcciones de empresas a que mantengan un efectivo control sobre sus vehículos, y más todavía sobre los destinados a las transportaciones masivas de pasajeros.
A la vez se desarrollan un conjunto de acciones a favor de la prevención a partir de medidas prohibitivas. Por ejemplo, la Jefatura de Tránsito en la provincia, previa revisión de los vehículos por sus especialistas, aprueba o no autorizarlos para los viajes.
Esto sobre la base de que el conductor posea el certificado del curso de recalificación aprobado, que los equipos estén en buen estado técnico y cuenten con las barandas laterales y posteriores de metal o madera, y si son camiones de volteo tener clausurado ese mecanismo. Para distancias grandes deben estar provistos de casetas fijas y asientos para los pasajeros.
En el verano se reforzará el sistema de vigilancia y patrullaje en aquellas vías de acceso a lugares de recreación, y habrá operativos con el Ministerio de la Agricultura para recoger a los animales sueltos en la vía o amarrados en la faja de estas.
Estas medidas dotan de mayor seguridad a la transportación. Pero indiscutiblemente corresponde también al pasajero velar por su seguridad. ¿Cómo? Llamándole la atención al chofer si este ingiere bebidas alcohólicas, o si va a exceso de velocidad. Porque nadie mejor que uno mismo para cuidar su vida.