CAMAJUANI, Villa Clara.— Marina Perestelo anda siempre agitada. Más de sesenta años no la amilanan en su intento por seguir burlándose de dolores a fuerza de su apego por el ejercicio físico.
Por eso, este domingo la diestra anciana decidió ponerse desde bien temprano en acción: se tiró de la cama cuando casi no había amanecido, se puso unos zapatos cómodos y sin saborear el primer café, subió trotando hasta el colegio electoral 1 de la circunscripción 11, perteneciente al Consejo Popular 1, de este municipio villaclareño, y así contarse entre las primeras.
Con el jadeo característico de quien apuró el paso por más de cinco cuadras, la gentil Marina saludó a sus vecinos y en un gesto de jocosidad sugirió sonriente y en alta voz: «Vamos, vamos, que para votar por Cuba no hay que pensarlo tanto».
Poco después, ya en los interiores del colegio, a la anciana le sobrevino la oportuna evocación de aquellos tiempos seudorrepublicanos en los que el pueblo no postulaba ni elegía, solo era víctima de un juego orquestado al antojo de candidatos siempre envueltos en falsas campañas.
«Yo nunca pude elegir porque era pobre, no tenía dinero, pero conozco personas que fueron sobornadas en medio de la peor miseria para que diesen su voto por un «fulano» prácticamente desconocido que prometía y prometía lo que después olvidaría.
«Así eran las elecciones entonces: falsas, corruptas. Es por eso que ahora, cada vez que en nuestro país se vive un período como este, nosotros podemos entender lo que representamos para el propio destino de la Revolución, aunque ya seamos viejos como yo.
«El hecho de que se cuente con uno para decidir es algo que compromete. Tú no imaginas lo que alegra ver a tantos jóvenes participando en las elecciones. Eso habla del futuro, de ese futuro que nos toca todavía encaminar a todos, especialmente a los de más edad».
Pero Marina no vivió en esta mañana pocas emociones, pues ojos aguados percibió este reportero cuando la longeva mujer vio a una de sus nietas custodiando la urna como guardiana de su propio porvenir. «¡Qué gozo este de ver la semilla de uno formándose como buen relevo!», sentenció al irse con voz algo entrecortada.
Al igual que esta abuela camajuanense, miles de ancianos villaclareños han ejercido este domingo el voto en los 2041 colegios electorales habilitados para la ocasión en toda la provincia. Junto a los más longevos, ha estado la certera compañía de los jóvenes, quienes también han tenido hoy una ardua jornada de ejercicios, para que otros abuelos, tal vez no tan diestros como Marina, experimenten ese noble ejercicio de votar por la Patria que a fin de cuentas, es la mejor.