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Santiago de Cuba apuesta por una transformación en todos los órdenes, cuando faltan pocos días para la celebración del aniversario 55 del asalto al Cuartel Moncada

SANTIAGO DE CUBA.— Esfuerzo, renovación, podría ser desde hace casi un año el nombre de esta provincia. A pesar del intenso sol y las temperaturas por encima de los 30 grados, que sin distingo de estaciones acompañan a los habitantes de este lado cubano, invitando al descanso, Santiago de Cuba ha rescatado los bríos de otros tiempos y se emplea a fondo en pos de su desarrollo.

Consecuente con la idea de frenar los duros años de construcciones paralizadas, planes truncos, soluciones postergadas y deterioro acumulado, a los que condujo el período especial en este territorio, la dirección del país, amparada en la paulatina reanimación de la economía nacional, proporcionó apoyo financiero para el rescate de sectores altamente sensibles y, oxigenados, los santiagueros captaron las señas.

A instancias de lo que aquí se ha denominado Plan especial, por los más de 6 000 kilómetros cuadrados de la geografía del montañoso territorio, se retoman añejos proyectos, se promueven otros nuevos y se generaliza por doquier el trabajo.

Unas mil inversiones, en diferentes fases, encaminadas a mejorar el nivel de vida de la población en renglones tan importantes como el suministro de agua, revitalización del transporte, el comercio y los servicios, eficiencia energética, elevación de la calidad de la salud, educación, cultura, el deporte y la recreación, producción agropecuaria y mejoramiento de viales, entre otras, son impulsadas en la cabecera provincial y los ocho restantes municipios.

Incluidas entre las esferas más deprimidas por las dificultades económicas, el comercio, la gastronomía y los servicios son aquí de los sectores más beneficiados con las inversiones millonarias que van cambiando la imagen del ramo y embellecen ciudades y localidades.

Instalaciones a las que se les ha devuelto el esplendor constructivo, clima, mobiliario, vajilla e insumos nuevos, modernas tecnologías, confort y novedosos conceptos se ponen hoy a la orden en hoteles, cafeterías, restaurantes, peluquerías, centros de belleza, mercados agropecuarios...

La renovación es capital y alcanza a un centenar de centros de toda la provincia, con el propósito adicional de transformar, a la par del exterior, también las concepciones de trabajo.

Revertir, desde la excelencia del servicio y el mantenimiento con calidad y variedad de las ofertas, esa imagen escéptica, que se traduce en la calle en el gesto incrédulo y la frase sarcástica: «Vamos a ver cuánto duran...», de no pocos santiagueros, es, al decir de sus directivos, el mayor reto que tienen administrativos y trabajadores.

 La antigua cafetería Las Américas, en la populosa avenida del mismo nombre, cedió su lugar a un restaurante. La puesta en funcionamiento de la nueva conductora de agua que abastecerá a la cabecera provincial está a punto de hacerse realidad.

Numerosas acciones para incrementar la calidad de los servicios y elevar el nivel de vida de la población se emprenden también en el sector de la salud.

En esta área, según explicaba a la prensa el doctor Alfredo Rodríguez Morales, director provincial, el proceso inversionista alcanza a la terminación de policlínicos, reparación de ópticas, consultorios, hogares de ancianos y casas del adulto mayor, y al mejoramiento del servicio de diálisis, con la reparación de la sala de este tipo del hospital general Juan Bruno Zayas, la incorporación de nuevos riñones artificiales al Saturnino Lora y la puesta en funcionamiento de salas en Palma Soriano, Contramaestre y otros municipios, entre otras acciones.

Con las miras puestas en la excelencia, el sistema de salud santiaguero es igualmente beneficiado con la incorporación de tecnologías de última generación, como el segundo acelerador lineal de que dispondrá el país para el programa de lucha contra el cáncer, el montaje de tecnologías imagenológicas en las principales instituciones hospitalarias, la puesta en funcionamiento del Eximer Láser, y el completamiento de la segunda unidad quirúrgica del Centro Oftalmológico del Juan Bruno Zayas.

Las mejoras en la salud posibilitarán igualmente el acondicionamiento de la sala de Oncohematología del Pediátrico Sur, mantenimiento a las salas de rehabilitación santiagueras, creación del servicio de quemados en el Juan Bruno Zayas, ampliación del servicio de terapia del Cardiocentro y la terminación de la sala de Medicina Interna del Saturnino Lora, entre muchas otras.

Con el empeño de quien se sabe portador de la solución de uno de los mayores problemas de la provincia, fuerzas del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos acometen el Programa de rehabilitación del acueducto santiaguero, para muchos la obra de mayor envergadura ejecutada por aquí en los últimos tiempos.

Pendientes de materializar ese elevado propósito, se labora simultáneamente en la construcción y puesta en funcionamiento de la conductora principal, que en lo adelante abastecerá de manera estable a una parte importante de la Ciudad Heroína; en la puesta en funcionamiento de la conductora del Centro Urbano Abel Santamaría; en la de La Ceiba, que asegurará agua al Hotel Santiago y áreas aledañas; en la reparación capital de la Potabilizadora Quintero Uno, y en la sustitución de redes y acometidas en numerosos barrios de la urbe.

A la par se invierte en otra de las grandes preocupaciones de los habitantes de esta región: la agricultura, en pos del imprescindible propósito de conseguir un incremento paulatino en la producción de granos, viandas, hortalizas, vegetales y otros renglones que permitan sustituir importaciones.

Son dignos de destacar en esa rama la puesta en explotación de 120 casas de cultivo protegido y cuatro de semiprotegido, además del rescate de otras; la reconversión de hidropónicos en áreas semiprotegidas con riego localizado; la reanimación de centros productores; inversiones en riego y otras en Laguna Blanca, principal polo viandero, y para incrementar la producción de carne de cerdo, entre otras que si aún no permiten satisfacer la demanda, abren una brecha en esa dirección.

El mejoramiento de redes eléctricas y el emplazamiento de grupos electrógenos, la recuperación paulatina del transporte de pasajeros en la ciudad de Santiago, la remodelación del aeropuerto, la introducción de mejoras en el transporte de carga y los trabajos para reanimar la industria de materiales de construcción, la mayor debilidad de las inversiones de la provincia, son direcciones en las que se hace hincapié en estos momentos con el mismo denuedo con que se acondicionan combinados deportivos, grandes industrias, palacios de matrimonio e instalaciones recreativas, o se apuesta por el feliz retorno de espacios para la recreación, especialmente de ese gigante del esparcimiento santiaguero que es el parque Baconao.

Estos esfuerzos recibirán un empujón decisivo hacia el crecimiento económico del territorio, con la puesta en marcha de un conjunto de proyectos de beneficio económico y social como parte de los acuerdos de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), suscritos aquí a finales de 2007, a raíz de la vista del presidente venezolano Hugo Chávez.

Los proyectos comprenden la construcción de cien petrocasas, en estos momentos en fase de cimentación en áreas del reparto La Risueña, y la construcción, montaje y puesta en marcha de una fábrica de jeringuillas desechables, una planta de bolsas plásticas para sueros y otra que producirá soluciones concentradas para hemodiálisis.

En fase de estudio y preparación se encuentran la construcción de una nueva fábrica de cemento, y otras de pintura y de pañales desechables.

La ampliación de la Refinería de petróleo de Santiago de Cuba, con el fin de incrementar sus posibilidades de refinación a unos 50 000 barriles diarios, el doble de su capacidad actual, y las inversiones para la instalación de un cable submarino para el mejoramiento de las comunicaciones internacionales de la Isla, por la zona de la playa de Siboney, abren nuevos y promisorios horizontes para este lado cubano a la luz del ALBA.

No se invertía tanto en esta provincia, según entendidos, desde los tiempos de la construcción de las obras del IV Congreso del PCC y los Panamericanos juntas, y los beneficios, lenta pero firmemente, comienzan a ser apreciados por los santiagueros, que los reciben agradecidos y sin olvidar que tienen la mayor responsabilidad en su mantenimiento, y en el funcionamiento estable y con calidad de todo lo rescatado.

Esta, coinciden, es la mejor manera de conmemorar sucesos que marcan la esencia de este territorio, como el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en su aniversario 55, y el medio siglo de vida de la Revolución. Es una historia de esfuerzos que rinden tributo al ayer glorioso.