Lo que Bush ha dado en llamar «acelerar el denominado período de transición» equivale a la reconquista de Cuba por la fuerza, estimó el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, en encuentro con la prensa nacional y extranjera acreditada en La Habana
Cuba consideró la más reciente alocución anticubana del presidente George W. Bush como el anuncio de una escalada sin precedentes en la política estadounidense contra la Isla de más bloqueo, más promoción de la subversión, y renovados esfuerzos de rendir por hambre a nuestro pueblo.
Lo que Bush ha dado en llamar «acelerar el denominado período de transición» equivale a la reconquista de Cuba por la fuerza, estimó el canciller cubano, Felipe Pérez Roque. Pero hay en el pueblo cubano la misma serenidad, entereza, unidad nacional y orgullo patrio con que, en aquellos días «luminosos y tristes» —de la Crisis de Octubre, como los llamó el Che— estuvo dispuesto a enfrentar incluso el holocausto nuclear, antes que renunciar a sus principios y a su soberanía. Esa es la determinación que hay hoy. La Revolución Cubana no podrá ser derrotada.
En encuentro con la prensa nacional y extranjera acreditada aquí, a unas dos horas de la diatriba del jefe de la Casa Blanca, y hablando en nombre del Gobierno y el pueblo de Cuba, Pérez Roque citó especialmente una de las frases del mandatario norteamericano y explicó su trasfondo: «la palabra de orden en nuestros tratos futuros con Cuba no es la estabilidad, es la libertad», había dicho Bush.
Cuba entiende esas palabras, afirmó Pérez Roque, como una gran irresponsabilidad que demuestra la frustración, la desesperación y el odio personal de Bush contra Cuba; como una invocación a la fuerza y un llamado a la violencia que Cuba rechaza categóricamente; que confirma y argumenta el alerta formulado hace pocos días por el Comandante en Jefe, y explica porqué el país se prepara para enfrentar los planes aviesos del régimen estadounidense.
Un llamado a la violencia para derrocar a la Revolución Cubana, e imponer sus designios sobre la Isla, definió.
El Ministro cubano del Exterior calificó de amenazante y altanero el lenguaje del mandatario republicano, y dijo que al delinear el escenario de la ruptura de la estabilidad en Cuba, Bush dejó abierta la opción de si eso sería como resultado de un fantasioso levantamiento en la Isla que ellos apoyarían o si la estabilidad podría ser rota desde afuera, como EE.UU. ha hecho en Iraq y amenazó hacerlo en los denominados 60 oscuros rincones del planeta entre los que ha incluido a nuestro país.
Pero un escenario como ese no sería solo la ruptura de la estabilidad en Cuba sino también del pueblo de los Estados Unidos, cuyos hijos serían enviados aquí a morir, advirtió Pérez Roque.
Frente a esas amenazas, la palabra de orden en Cuba es coraje, serenidad, confianza en nuestra fuerza y en la solidaridad del mundo. Si el objetivo de Bush es asustar al pueblo cubano y amilanar a su dirección, ha fracasado, afirmó.
Felipe dijo que Cuba rechaza, una por una, las palabras de amenaza y de chantaje de Bush, cada frase llena de odio, y «le decimos al Presidente de Estados Unidos que lo que está llegando es el día en que el pueblo de EE.UU. y del mundo se libren de él, y el día en que nosotros logremos que levanten el bloqueo». Sus amenazas no nos sacarán de nuestro curso de construcción de una sociedad más justa, más humana, y más libre.
«Ese es el mensaje que tenemos para el presidente imperial, que amenaza con guerras en las que él no va a participar. Invasiones que ordenará desde la retaguardia de sus confortables refugios pero que nosotros, si llega el momento, enfrentaremos en la primera trinchera junto a nuestro pueblo», advirtió.
Pérez Roque, además, envió un mensaje de respeto y amistad al pueblo de Estados Unidos: «Sabemos que ustedes también son víctimas», afirmó. Especialmente, saludó a los ciudadanos de California, que sufren ahora los daños de numerosos incendios.
Elizabeth Palmeiro, esposa de Ramón Labañino; Magalys Llort, madre de Fernando González; Cándido René y Roberto González, padre y hermano de René González, e Isabel Hernández Nordelo, hermana de Gerardo, fueron presentados a la prensa y recibieron las palabras de aliento y solidaridad dedicadas por el Canciller a todos los familiares de los cinco luchadores antiterroristas injustamente presos en cárceles de Estados Unidos, y la reiterada certeza de que volverán.
Desmontaje del PlanLas amenazas y nuevas agresiones hechas este miércoles por George W. Bush, en un discurso pronunciado en el Departamento de Estado, fueron desmontadas por el Ministro cubano, quien describió la escalada de las declaraciones del mandatario estadounidense desde enero de 2004, cuando dijo que trabajaría por una «transición rápida y pacífica».
Luego habló de «acelerar el paso de Cuba como país libre»; posteriormente señaló que «el pueblo de Cuba debía ser liberado»; en agosto de 2006 prometió que cuando sucediera esa «futura liberación» los cubano-americanos podrían lidiar con sus antiguas «propiedades», leit motiv de toda esta política, apuntó el Canciller.
En este 2007, recordó, Bush dijo que «continuaría presionando para la libertad de Cuba», y en julio se acercó a los peligrosos términos usados ahora, al aseverar «tenemos que presionar duro por la democracia, no por la estabilidad».
Hoy, el presidente de EE.UU. aseguró que la palabra de orden no es la estabilidad, que la palabra de orden es libertad, reiteró Pérez Roque.
Cuba está clara de qué significa esa «libertad» prometida: una que sería impuesta desde su política ilegal, violatoria del derecho internacional, que se propone cambiar el Gobierno de Cuba violando también nuestro derecho soberano, nuestra libre determinación, y que le abriría el camino a los grupos terroristas sedientos de sangre, tolerados y permitidos por la administración estadounidense, y con quienes Bush se reunió hace unos días en Miami, asintiendo a su solicitud de «tres días para matar» en Cuba.
Como contrapartida, el Canciller cubano enfatizó que tendrán que enfrentarse con un pueblo preparado y fogueado, que defenderá sus conquistas y su derecho a la independencia.
Al rebatir la descripción que George W. Bush hiciera de la supuesta situación en la Isla, la tildó no solo de mentirosa, sino también de ridícula. La ceguera e impotencia de Bush lo llevaron a decir que en Cuba es ilegal la reunión de más de tres personas; que los cubanos no podían trasladarse de trabajo o cambiarse de casa. «Le prepararon el discurso los dinosaurios de Miami», ironizó el titular cubano de Exteriores.
Otra de las patrañas desenmascaradas fue la referida a que Estados Unidos era «el mayor proveedor de ayuda humanitaria a Cuba», tema en el que el jefe de la Casa Blanca habló de 270 millones de dólares entregados al pueblo cubano. Al respecto, Pérez Roque destacó el agradecimiento a los valores del pueblo norteamericano que, bajo pena de sanciones, y mediante organizaciones solidarias como los Pastores por la Paz, han traído aproximadamente cinco millones de dólares en ayuda verdaderamente solidaria.
El Canciller hizo referencia también al llamado desesperado de Bush a otros países para que se sumen al bloqueo, y al apoyo a la subversión contra la Isla. Esto es prueba de que no tienen respaldo para su política anticubana, dijo Pérez Roque.
«Se puede ser el más poderoso, pero no más respetado; se puede ser temido, pero no querido», comentó, al explicar cómo se extiende el rechazo general al bloqueo, tema que será analizado en Naciones Unidas a tenor de la resolución cubana, el próximo día 30. Los últimos reconocimientos a Cuba en la comunidad internacional son ejemplo de su prestigio: este miércoles fue elegida en París, por 157 votos, como miembro del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, más sufragios de apoyo que los recibidos por Estados Unidos; Cuba es miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU al que EE.UU. ni tan siquiera pudo aspirar; nuestro país preside el Movimiento de los No Alineados y el pasado año la Asamblea General de la ONU aprobó por 183 votos la resolución de condena al bloqueo impuesto por EE.UU.
«Está solo y desesperado», pero promete a la mafia resolver el problema de Cuba de un plumazo; no tiene credibilidad, ni autoridad, ni tampoco el apoyo de los estadounidenses; mientras que «Cuba está aquí y va a seguir aquí», puntualizó.
Al respecto puntualizó en cómo crece la unidad de nuestro pueblo, mostrada en las recientes elecciones populares a la que asistió más del 95 por ciento de la población cubana, la decisión de ocho millones de votantes estimulados por el debate del discurso de Raúl del pasado 26 de Julio, un escenario bien diferente al del escándalo ocurrido en Miami cuando le otorgaron allí a Bush la residencia de la Casa Blanca.
En su análisis de la perorata bushiana, Pérez Roque enunció que este presidente ve que se le acaba el tiempo y no puede cumplir su promesa de derrocar a la Revolución Cubana, de ahí su intento «vano y ridículo de reclutar a los militares cubanos», a los combatientes de las Fuerzas Armadas y del Ministerio del Interior, como intentó en su mensaje de este miércoles.
«Usted delira», le está hablando a un ejército que es el pueblo uniformado, que voluntariamente por miles combatió al apartheid e hizo posible la liberación de Namibia, de Angola, de Nelson Mandela.
«Usted olvida» que esos hombres y mujeres llevan casi 50 años desbaratando más de 600 planes de asesinato contra Fidel, a las bandas contrarrevolucionarias, a los planes terroristas.
«Usted se equivoca». «Usted no conoce a este pueblo» cuando lo llama a la traición, porque cree que son de la misma categoría de los mercenarios que paga aquí.
Pérez Roque recordó que ahora Bush ha destinado 45 millones de dólares para esos individuos, que esta tarde «estaban en la Oficina de Intereses viendo en vivo y aplaudiendo el discurso de Bush contra su pueblo».
Por eso reivindicamos nuestro derecho a defendernos, dijo el Ministro, quien recordó a Bush que no tiene autoridad moral para dictarle a los cubanos lo que deben hacer.
En esa referencia expuso que Bush ha invadido y masacrado en nombre de la libertad, creó cárceles secretas, vuelos clandestinos, ordenó el vejamen y las torturas a los prisioneros en la cárcel que tiene en la ilegal Base Naval de Guantánamo.
Tres medidas contra CubaTambién comentó el Canciller cubano las tres ridículas iniciativas anunciadas por Bush en su discurso de este miércoles:
El mandatario yanqui dijo que está dispuesto a considerar el otorgamiento de licencias a ONGs y entidades religiosas para llevar computadoras al pueblo cubano, si Cuba levanta las "restricciones" para el acceso a Internet, una «oferta» que el Canciller calificó de ridícula, y no puede ser tomada en serio: Cuba tiene más de 500 000 computadoras, adquirirá 150 000 más el próximo año, y producirá y ensamblará otras 120 000; además, tiene 602 Joven Club de Computación donde se han impartido 32 tipos de cursos a dos millones de cubanos.
En la segunda propuesta, Bush invitó a jóvenes cubanos, familiares de sus mercenarios dentro del país, a un programa de becas suplementarias para América Latina. Lo hace en un país que tiene 75 universidades en las que estudian más de 730 000 jóvenes, 69 de cada cien de entre 18 y 24 años, donde estudian 30 000 jóvenes becados de otros países —23 000 de ellos en Medicina. En una Cuba donde hay tres millones de estudiantes.
Ese es un programa para formarle cuadros a los mercenarios, a quienes nadie les niega ni siquiera el ingreso a las universidades cubanas, señaló Pérez Roque.
La tercera iniciativa de Bush es un denominado Fondo Internacional para la Libertad que, explicó, tiene la intención de «pasar el cepillo», para que sean otros los que pongan el dinero.
Tenemos el apoyo consciente, voluntario y libre de un pueblo que sabe bien lo que se juega en esta hora crucial de su historia, y que no podrá ser ni engañado, ni comprado, ni amenazado ni rendido, reafirmó también el Canciller. Cuba no negocia su soberanía ni será puesta de rodillas, sentenció.