La tecla del duende
La vida de mi abuelo —dijo un entrañable colega, como cuando despidió a su viejo querido— cabe en tres frases: Se dobló todo el tiempo sobre la guataca; fundó con su trabajo una familia y aprendió a leer a los 70 años. El silencio de los tecleros capitalinos honró, en aquel, a todos los patriarcas de nuestra sangre.
Pero no solo fue de honor y respeto el encuentro; fluyó indetenible la alegría de los mayores que nos acompañan. Esos que criaron a Miriam, que guardan los símbolos más entrañables, como afirma el doctor Castro o que resumen el amor puro, al decir de Mignelys.
«En mi guagua los abuelitos no pagan», sentenció Yurina, la trovadora-conductora y puso a vibrar, junto a Olivia, las melodías que las distinguen como el dúo Amigas. La pequeñita Sofía no quiso regalarnos palabras. El suave azul de sus ojos fue el mayor presente.
De lejos, en su torre, que semejaba un habano erguido preguntando cuál habría sido primero: si la forma tubular del tabaco o la chimenea del azúcar…
El ingenio estaba allí.
En el centro del batey, en comunión con la tienda y el parque, y asible, como casa propia, imponente e irremovible…
El ingenio estaba allí.
Como fortaleza, piedra, fundamento de la historia…
El ingenio estaba allí.
Como sueño, esperanza, justificación de la existencia de los muertos, de los ya nacidos y de cuantos esperaban su oportunidad jugueteando en las piernas de los muchachos…
El ingenio estaba allí.
Desde donde quisieras mirar atrás: el norte, rumbo al Tomeguín; o el sur, hacia Charco Piedras; el este, por los potreros de Naranjo, y el oeste, camino de La Habana, nuevamente desde la distancia, como la nave almirante en la llanura de olas verdes…
El ingenio estaba allí.
Como la estampa de un tiempo inmortal…
Estaba allí. ( Del libro La aparente cordura de las cosas, de Luis Sexto, presentado en la peña)
Tocando la tecla, ese es el nombre que la holguinera Gloria puso a su coctel para rememorar las semblanzas de la ciudad de los parques. Cuentan que en la casa de la prensa el alboroto de la última tertulia fue mayúsculo; con rifas, poemas y mesa sueca incluidas. Desde allá la pícara voz de Cary no para de asombrarnos...
Este domingo, a las 10:30 a.m., en el Palacio de los Matrimonios, se verán los duendes de Santa Clara, para cantar a los papás dobles./ Y a las 2:00 p.m. de ese día, los tuneros colmarán el centro cultural Huellas. Tema: Martí y la primavera.
Frank y Sheila: Por su culpa la tecla está «parida» de jimaguas. Felizmente.