Acuse de recibo
Onelio Rodríguez González (edif. 23, e/78 y 80, Villa Panamericana, Cojímar, La Habana del Este) alertó en esta columna de algo que le parecía ilógico. Comentaba el capitalino, cuya misiva publicamos el 13 de noviembre pasado, que quienes viajaban hasta Mayajigua, en el espirituano municipio de Yaguajay, podían sacar pasaje en el ómnibus La Habana-Chambas (Ciego de Ávila); sin embargo, para regresar se anulaba dicha posibilidad, es decir, que el viajero debía reservar su retorno desde Chambas y después hallar el modo de trasladarse de Mayajigua hasta allí, para abordar la guagua.
Este último traslado, argumentaba el lector, a veces no quedaba otro remedio que emprenderlo en una máquina de alquiler, con el consiguiente estrago al bolsillo de cualquier trabajador. ¿No pueden encontrarse mecanismos para resolver esta situación?, indagaba el remitente.
A propósito contesta Oscar A. Carvajal Serrano, máxima autoridad de la Dirección de Transporte de Pasajeros del Ministerio de Transporte (Mitrans). Tras las investigaciones y consultas de rigor, explica que sí existe conexión entre los poblados de Yaguajay y Chambas, al igual que de Yaguajay y Mayajigua hacia La Habana.
«La terminal de Mayajigua (…) dispone de ocho capacidades para la ruta Chambas–La Habana, que con frecuencia diaria pasa por ese poblado a las 9:55 a.m., por lo que la población no necesita viajar hasta Chambas, provincia de Ciego de Ávila, para hacer la reservación, ni para abordar el ómnibus. Además, la propia terminal de Mayajigua cuenta con cuatro capacidades, que se adquieren mediante reservación por preticket, en la ruta Yaguajay-La Habana, que posee una frecuencia diaria, desde la cabecera municipal a las 12:30 p.m., lo que totaliza 12 asientos diarios con destino a La Habana», sostiene el directivo.
Y añade que la conexión de esa comunidad con la cabecera municipal se garantiza con la ruta Mayajigua-Yaguajay, que posee cuatro salidas todos los días. «Sin embargo, indica, la ruta Mayajigua-Chambas no ha tenido un funcionamiento estable por limitaciones de equipos y combustible, aunque desde enero de 2014 presta servicios de lunes a viernes con dos viajes… Se han producido cancelaciones por las limitaciones anteriormente mencionadas. Esta ruta dejó de funcionar en el año 1991 y no fue hasta el 2014 que se reinició de forma intermitente».
Explica también el funcionario que una comisión de la dirección del Mitrans, que él encabeza, y de la Dirección Provincial de Transporte en Sancti Spiritus visitó el domicilio de Onelio. Este no se encontraba. Después intentaron reunirse con él nuevamente, donde estuviera o en el Ministerio, pero tampoco fue posible por complicaciones personales del remitente. No obstante, se le expresó por teléfono la respuesta y se mostró satisfecho.
Agradezco la precisa contestación. Al parecer, no se hallaba bien informado el remitente, lo que me lleva a una idea que otras veces hemos manejado en el espacio. Tan importante como brindar un servicio es comunicarlo de manera múltiple y oportuna. ¿Cuántos y cuántos desaguisados de nuestra cotidianidad no se resolverían con un poco de eficacia informativa?
Desgraciadamente, amabilidad no es lo que encontramos muchas veces en los establecimientos a los que acudimos a diario en busca de algún servicio, se duele el artemiseño Juan Carlos Acosta Abreu (Ave. 91, No. 6 603, Alquízar). Por ello, este cubano quiere destacar en público la gestión de la óptica de su municipio, sita en Ave 81, No. 7 002, entre 70 y 72, a la cual tuvo que acudir en enero último. Fue un lunes en la mañana; pero, según el procedimiento que tienen establecido en coordinación con el policlínico municipal, le indicaron volviera en la tarde, narra el lector.
«Algo desconfiado volví a la 1:00 p.m. y cuál fue la sorpresa: fui atendido con agilidad por la optometrista; me hizo la medición de la vista, la receta y me informó que ellos ofertaban espejuelos graduados y que podía adquirirlos en ese momento, o escoger una armadura y que los cristales se montarían al momento. Salí de allí en menos de una hora, con mis espejuelos»…, evoca Juan Carlos.
El artemiseño quiere entonces felicitar a este colectivo de trabajo, en especial a la recepcionista y la optometrista, y desearles que continúen así.