Acuse de recibo
Jorge González Vinent me escribe en nombre de los vecinos del Edificio Sarrá, en la céntrica e histórica esquina habanera de 23 y 12, donde el Comandante en Jefe Fidel Castro declarara el carácter socialista de la Revolución Cubana el 16 de abril de 1961, en el sepelio de las víctimas de los bombardeos yanquis a nuestros aeropuertos, unas horas antes de la invasión mercenaria de Girón.
Cuenta Jorge que tanto su familia como las otras 35 residentes en el inmueble, estuvieron durante mucho tiempo alertando de la situación de la escalera del mismo y de la caseta del ascensor, que comenzaron a ceder hasta que colapsaron. Y el 9 de marzo de 2012 se tomó la decisión de evacuar a todos los vecinos hacia albergues y locales emergentes en diferentes zonas de la capital.
En julio y agosto de ese año, los vecinos fueron citados a reuniones en la sede del Gobierno Municipal de Plaza de la Revolución, donde se les reafirmó la voluntad de recuperar el edificio, y les presentaron a los responsabilizados con el proyecto de reconstrucción del mismo, que estaban a la espera del dictamen técnico.
El 29 de diciembre de 2012, en otra reunión en la sede del Gobierno municipal, se les informó que el presupuesto para la reparación del inmueble había sido aprobado para el 2013. La empresa encargada del proyecto, DCH, presentó allí su propuesta, mostró el plano y explicó particularidades de la obra. Y se dijo allí que los trabajos comenzarían en enero de este año, aun cuando quedaban por culminar ciertos trámites legales. El Contingente Blas Roca sería el responsabilizado con la obra constructiva.
Se informó, recuerda Jorge, que el Gobierno los citaría a otra reunión para mostrarles el cronograma de ejecución. «Todavía la estamos esperando», afirma el remitente, y agrega: «Nada de lo dicho en esa reunión se ha cumplido, ni tampoco hemos recibido información del porqué de los incumplimientos».
Manifiesta Jorge, quien es el presidente del Consejo de Vecinos del Sarrá, que en el tiempo que lleva cerrado el edificio, y con muchas ventanas abiertas, ya se aprecia el vertiginoso deterioro de los apartamentos, que no estaban así; al margen del problema de la escalera y la caja del ascensor. «Paredes completas cubiertas de moho, producto de las calas hechas en la azotea; el agua penetra y corre por las paredes, de piso en piso…».
Afirma que «estamos en octubre, y no se ha llevado a cabo ninguna acción constructiva. Solo han colocado maderos y cubrieron la tarja conmemorativa de la Declaración del Carácter Socialista de la Revolución».
En febrero, apunta, hubo un encuentro de los representantes del Consejo de Vecinos del edificio con el presidente del Gobierno de Plaza, pero ya la paciencia de ellos se ha estirado durante año y medio de parálisis.
Según Jorge, los vecinos están conscientes de la difícil situación económica del país; pero lo que no comprenden es que, luego de haberse aprobado el presupuesto para la reparación en 2013, y haberles dado prioridad, no se haya hecho nada hasta hoy.
Ello les hace suponer que existen problemas, falta voluntad o coordinación de los organismos a cargo de la reparación.
A tanta insistencia de los vecinos, se coordinó una reunión con el vicepresidente del Gobierno municipal, a la que asistirían las entidades involucradas en la reparación. Dicha reunión, coordinada para los primeros días de septiembre, nunca se realizó por no presentarse los inversionistas, constructores, proyectistas y los de Vivienda.
«Este colectivo de vecinos —señala Jorge— no somos simples espectadores y receptores de esta situación. No podemos permitir que siga primando la falta de responsabilidad, la indolencia y negligencia de personas a cargo de cumplir lo que fue aprobado por el Gobierno. Como siempre, confiamos en la dirección de la Revolución, y esperamos que se investiguen estos hechos y se depuren responsabilidades, como que también se nos de respuesta», concluye.