Acuse de recibo
Hoy comienzo disculpándome con los lectores, y en especial con la licenciada Tania Velázquez Rodríguez, directora central de Comercial y Mercadotecnia de Etecsa, quien regularmente asume las repuestas de esa empresa.
Sí, porque el pasado 25 de septiembre reflejé la carta de Tania a propósito de la queja del lector capitalino Roberto Nápoles Montoya, aparecida aquí el 27 de mayo de 2013. Por un lapsus mentis, volví a reseñar la misma respuesta de Tania el pasado domingo 13. Un descuido que no puedo permitirme más, sobre todo porque en ambas ocasiones, como es costumbre, incluí una opinión al respecto. Pero ya a la segunda vez, el juicio puede parecer saña u obsesión con esa entidad, y nada más ajeno al espíritu de este redactor.
Aunque alguna que otra vez cierta respuesta de Etecsa nos haya dejado insatisfechos, hay que reconocer que esta entidad es mucho más receptiva que otras a la hora de responder por esta vía las inquietudes de los ciudadanos.
Precisamente, la propia Tania Velázquez responde hoy la queja de la lectora Suzel Delgado Ortiz, residente en el reparto Víbora Park, del municipio capitalino de Arroyo Naranjo; queja reflejada aquí el pasado 21 de julio.
Entonces, Suzel contaba que el 24 de octubre de 2012 había solicitado el traslado de su teléfono para la mencionada dirección en la oficina de Etecsa en Aldabó. Transcurridos dos meses y sin el traslado aún, ella constató que en su propia calle le habían instalado el teléfono a varios casos pendientes.
En conversación con el Director, este le aseguró que le daría solución a su caso. Durante tres meses la respuesta era que se lo instalaría los días primeros. «¿Primero de qué año?», cuestionaba la cliente.
En febrero de 2013, ella retornó y el Director le dijo que esa zona era complicada y que delante de ella había dos casos. Ya el 10 de mayo le expresó que eran cuatro casos más, que si quería fuera a ver al Director del Territorio Sur de Etecsa. El 15 de mayo, Suzel entregó queja por escrito en el Gobierno municipal, y aún no había recibido respuesta cuando me escribió, el pasado 15 de julio.
El 31 de mayo fue a ver al Director del Territorio Sur, quien quedó en llamarla para darle respuesta en una semana. Tampoco lo hizo. Y el 28 de junio Suzel se presentó ante él, quien buscó en el sistema y le aseguró que su solicitud estaba lista para ordenar. «¿Cómo es posible que después de recibir una promesa de solución, hoy soy la última en una infinita cola que jamás termina?», concluía ella.
Al respecto, responde Tania que en las áreas residenciales que atiende el centro de Aldabó, hoy existen más de 300 traslados pendientes sin ejecutarse por falta de disponibilidad técnica en la red telefónica de esta zona.
En la investigación, agrega, se comprobó que debido a esta desfavorable situación técnica, en noviembre de 2012 se realizaron algunos trabajos de mejoramiento que permitieron solucionar ocho casos de esta vecindad. Y estas obras han continuado, de manera que se ha dado solución a otros cuatro casos, incluido el de Suzel, que quedó instalado el 23 de agosto.
Al respecto, la Directiva señala que el contrato de servicios suscrito por Etecsa con el usuario establece el derecho de «solicitar el traslado del servicio telefónico básico hacia un nuevo domicilio cuando este lo determine, garantizandolo Etecsa, siempre que la disponibilidad de la red de telecomunicaciones lo permita, aun cuando ello implique, provisionalmente, variación en el soporte técnico mediante una tecnología autorizada y siempre que exista el consentimiento del titular».
Asegura Tania que Suzel fue atendida en varias oportunidades, y se le explicó la imposibilidad de responder de manera inmediata a su solicitud de traslado, por las limitaciones técnico-materiales. Y se comprobó, agrega, que no existieron violaciones en procedimientos comerciales para la instalación de los servicios y traslados, los cuales se realizaron ateniéndose al orden establecido.