Acuse de recibo
Carlos Manlio Díaz no entiende por qué si Cuba tiene una destacada participación en las Olimpiadas Internacionales de distintas disciplinas de la enseñanza preuniversitaria, como Matemática, Física, Química y Computación, no ha enviado jamás una representación a los homólogos certámenes de Biología, que se celebran hace más de 20 años.
Manlio, quien labora en el Departamento de Biología Animal y Humana en la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana, y reside en la calle Quinta, número 14302, en el reparto Mañana, del municipio capitalino de Guanabacoa, manifiesta que en Cuba existe un fuerte movimiento con grupos de entrenamiento en Biología y un concurso a nivel nacional.
Significa el demandante que ha enviado esta inquietud al Ministerio de Educación, pero nada sucede. Y se pregunta: «¿Por qué nunca se ha divulgado la olimpiada de Biología? ¿Cómo pasa inadvertida durante más de 20 años?».
Manifiesta el remitente que la sana confrontación en esa ciencia es un anhelo de profesores, especialistas y educandos de la Facultad de Biología.
La segunda carta la envía el estudiante de Ingeniería Juan Manuel López, residente en calle Canal número 11210, entre 11 y Pastora, Casino Deportivo, municipio capitalino del Cerro. Y es sobre el abandono de instalaciones deportivas de uso colectivo para la población.
Juan Manuel practica en el Complejo de Canchas del Casino Deportivo, junto a muchos otros jóvenes; y su testimonio es elocuente: el piso y las paredes de las canchas están despintados y llenos de huecos. Eso provoca que tengan que trasladarse a sitios más lejanos, para practicar su deporte favorito.
Sin embargo, asegura el joven que un arreglo de tales instalaciones no implicaría grandes erogaciones del Estado, y sí traería mucha alegría para los que practican ese deporte, e incluso al Círculo de Abuelos que hace sus ejercicios matutinos en esas canchas. Además, sería beneficioso para las prácticas de Educación Física de los alumnos de las escuelas primarias colindantes.
Juan Manuel sugiere que, si deciden arreglar las canchas, hagan un trabajo profesional y de respeto, y no como el que se hizo en el Complejo Manuel Fajardo, frente a la Ciudad Deportiva: terminado el arreglo de las canchas, al primer pelotazo en la pared comenzó a caer arena del repello y todo terminó en un hueco peor que el existente anteriormente.
La tercera misiva alude a la suspensión sin explicaciones de la venta de pasajes de ferrocarriles, en la ciudad de Matanzas, enviada por Ángel Pérez Rodríguez, residente en calle 12 número 33, entre 11 y 13, Delicias, provincia de Las Tunas.
Primeramente, el lector argumenta que «a pesar de los esfuerzos realizados por el país en el transporte, todavía no estamos en condiciones de satisfacer la demanda de la población. La cultura económica que la Revolución ha formado en el pueblo permite que entendamos las condiciones económicas, que impiden un desarrollo más acelerado en esta esfera, pero hay factores subjetivos, de organización o de información, que provocan malestar en quienes pretendemos ser pasajeros de los trenes nacionales».
Refiere Ángel que en la agencia de Matanzas que vende los boletines para estos trenes se ha hecho habitual el bloqueo de pasajes en las vacaciones. Y como muestra señala que en la taquilla de la unidad no se ofrecían pasajes prácticamente para viajar entre los días comprendidos entre el 1ro. y el 7 de julio para Santiago de Cuba, Holguín, Guantánamo, entre otros destinos.
Y se pregunta: «¿Por qué no se ofrece una información de las causas de tantos bloqueos? ¿A favor de qué organismos se afectan los pasajes de la población? ¿En qué se supone que viajen los candidatos a pasajeros? Creo que los residentes en la provincia matancera merecen una respuesta».