Los diabéticos deben atender a su dieta y sus horarios. El resto, es una vida normal, explican los expertos en el Día Mundial de la Diabetes. Autor: Cortesía de Producciones de la 5ta. Avenida Publicado: 21/09/2017 | 05:04 pm
Mucha sed, orinar con frecuencia, cansancio, somnolencia, mucha hambre y pérdida de peso sin razón aparente, son los síntomas más frecuentes de la Diabetes Mellitus (DM), enfermedad diagnosticada en este año en 415 millones de personas y caracterizada por un conjunto de trastornos metabólicos que afectan a diferentes órganos y tejidos, así como por un aumento de los niveles de glucosa en la sangre.
Según previsiones de la Organización Mundial de la Salud, la cifra puede incrementarse a 642 millones en el 2040. Cuba no está ajena a esta realidad y se registra esta enfermedad crónica no transmisible como la octava causa de muerte en el país, con mayor prevalencia en La Habana y Matanzas, provincias con altos índices de envejecimiento poblacional.
Aunque son 636 231 los pacientes dispensarizados con DM, se estima que sean más de un millón los que la padezcan sin haber acudido a las pesquisas y por tanto, mantenerse alejados del tratamiento adecuado y la intervención oportuna, precisó la doctora Ileydis Iglesias Marichal, directora del Instituto Nacional de Endocrinología en conferencia de prensa efectuada con motivo de la celebración por el Día Mundial de la Diabetes Mellitus bajo el lema Con los ojos puestos en la diabetes.
«La atención primaria de salud es una bendición del Sistema de Salud cubano y es en ese nivel de atención donde se pueden realizar las mejores intervenciones educativas en la población, efectuar el diagnóstico temprano del diábetico e instruir a quien ya padece la enfermedad sobre la mejor manera de vivir con ella, evitando las complicaciones frecuentes asociadas como las insuficiencias renales, las enfermedades cardiovasculares, la ceguera y las amputaciones de los miembros inferiores, entre otras.
«Factores genéticos pueden condicionar la aparición de la enfermedad y en ese caso, las personas con antecedentes familiares y también aquellas que no los tengan deben evitar otros factores asociados al incremento de su prevalencia como el sedentarismo, la obesidad y hábitos nocivos como el tabaquismo y el alcoholismo», apuntó la especialista, quien agregó que en las ciudades se registra mayor cantidad de personas diabéticas que en las zonas rurales, precisamente por la poca actividad física que realizamos en ellas.
El doctor Oscar Díaz Díaz, presidente de la Comisión Nacional Técnica Asesora de Diabetes y Jefe del Grupo Nacional de Endocrinología llamó la atención en cuanto a la incidencia de la DM en edades tempranas.
«Aunque la edad es un factor asociado al padecimiento de esta enfermedad, en los últimos años debutaban con ella de 3 a 4 niños por cada 100 000 y ahora la cifra ascendió a 8. No tenemos índices similares a los países nórdicos, donde es elevada la incidencia de diabetes tipo II y en los que debutan de 35 a 40 menores de cada 100 000, pero ya en Cuba resulta preocupante el fenómeno».
Díaz Díaz insistió en la importancia de asumir la lactancia materna, pues con ella se previene la diabetes tipo I e instó a todas las mujeres que deseen tener hijos y no sean diabéticas a estudiarse sus niveles de glucosa en sangre. «La mujer que sí padece la Diabetes Mellitus también puede tener hijos pero lo ideal es que los conciba en momentos de total compensación de su enfermedad».
La doctora Teresa Margarita González Calero, responsable del centro diurno del Centro de Atención al Diabético abundó en algunas falsas creencias asociadas con la Diabetes Mellitus, que inciden negativamente en la calidad de vida de los pacientes y en su relación con los demás.
«Los diabéticos pueden bailar, nadar, practicar deportes, mantener una vida sexual activa, salir de noche y realizar otras actividades, y solo deben prestar especial atención a su alimentación y sus horarios, aprender la mejor manera de manejarla y respetar el tratamiento indicado», acotó.