Luis Arráez. Autor: WSBC Publicado: 31/10/2024 | 09:22 pm
Recientemente el venezolano Luis Arráez protagonizó un hecho inédito en el béisbol de las Grandes Ligas, al convertirse en el primer jugador que conquista tres títulos de bateo consecutivos con tres equipos diferentes.
Arráez se adjudicó su primera corona en 2022 con el uniforme de los Mellizos de Minnesota, al compilar .316 de average; al año siguiente hizo lo mismo con los Miami Marlins, al promediar .354, y en el actual 2024 con los Padres de San Diego sumó su tercer título con .314, perseguido bien de cerca por alguien muy conocido acá en nuestro archipiélago: el fenómeno japonés Shohei Ohtani, quien archivó .310.
Hay otros jugadores que en la Gran Carpa han obtenido similar de campeonatos de bateo en forma consecutiva, incluso, por citar un ejemplo, el mítico Ty Cobb rubricó una seguidilla de nueve temporadas situándose en la cima de los bateadores entre 1907 y 1915, pero lo difícil es conseguirlo en tres campañas en línea recta con tres franquicias diferentes, como lo acaba de hacer Arráez.
Salvando la distancia entre el mejor béisbol del mundo y el nuestro, la hazaña de Arráez de alguna manera me hizo recordar a Wilfredo Sánchez González, el único jugador que, en los 93 campeonatos efectuados en el país, después de 1962, ha resultado líder de los bateadores con tres equipos diferentes, aunque no en forma sucesiva.
El Gamo de Jovellanos, uno de los más sobresalientes hombres proa en los certámenes de casa en el período revolucionario, encabezó la ofensiva en dos campañas con el colectivo de Henequeneros, tres veces lo hizo con el uniforme de Citricultores y en una ocasión en las series selectivas con el traje de Matanzas.
Miembro de una familia con tradición beisbolera, Wilfredo también es el único en agenciarse títulos de bateo en tres décadas diferentes. Veamos: en los años 60 del pasado siglo se apoderó de su primera corona en la contienda de 1968-1969, al compilar .354 de average, y en la campaña siguiente repitió su liderato con .351.
En la década del 70 añadió otros dos títulos a su expediente deportivo, tras archivar .365 en la versión de 1975-1976 y 377 en el certamen de 1978-1979. Tiempo después, en los 80, comandó a los bateadores en la justa de 1983-1984 con .385 de average.
A su archivo fueron igualmente los cetros de bateo de la Selectiva de 1977, con .381, y la Serie Especial de los Diez Millones (1970) con .367.
Perdió tres títulos en menos de un año
Miren lo interesante, curioso y sorprendente que es el béisbol, acostumbrado a obtener el liderato de los bateadores en diferentes tipos de torneos, el Gamo de Jovellanos perdió tres coronas en igual número de confrontaciones en menos de un año.
En diciembre de 1972, en el 20mo. Campeonato Mundial realizado en Nicaragua, archivó .414, quedando a un solo punto del japonés Masaru Oba, quien se adueñó del importante casillero con .415 de average.
En la 12da. Serie Nacional efectuada entre enero y abril de 1973, registró .339, situándose a dos rayitas del camagüeyano Eusebio Cruz, puntero con .341 de average, y en el mes de mayo, en ocasión de la 5ta. Serie de Estrellas, bateó .429, para situarse detrás de Ubaldo Álvarez, líder con .467.
Dodgers, reyes de la serie mundial
Dodgers de Los Ángeles ganó este miércoles por la noche por octava vez la Serie Mundial de las Grandes Ligas al disponer en solo cinco juegos de los Yankees de Nueva York, un resultado que nadie vaticinó a partir de la rivalidad de ambas franquicias y la calidad de sus nóminas.
Como anfitriones, los Dodgers dominaron los dos primeros partidos con pizarras de 6-3 (choque decidido por sensacional Grand Slam de Freddie Freeman) y 4-2.
Contra todo pronóstico pusieron la serie 3-0 tras asegurar el tercer duelo también por 4-2. En el siguiente los Mulos del Bronx se quitaron la escoba de encima con marcador de 11-4, pero desperdiciaron ventaja de 5-0 en el quinto juego para caer definitivamente por 7-6.
El propio Freeman fue elegido el MVP de la Serie Mundial, luego de sacudir cuatro jonrones.
En la franquicia californiana milita el cubano Andy Pagés, quien no vio acción en la discusión del título, pero se mostró muy orgulloso de vivir ese resultado, que dedicó también a los cubanos que aman el béisbol.