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Entre la música y la pelota

Tiburón Morales participó en siete campeonatos nacionales en los que archivó 237 de average

Autor:

Osvaldo Rojas Garay

Hace más de un mes, el jueves 11 de abril, mencionamos el caso de Eduardo Morales Orozco (Tiburón Morales), quien fue el primer bateador zurdo en disparar un jonrón dentro del terreno en las series nacionales de béisbol, y después de recordar este hecho pensé que podía resultar de interés para nuestros lectores abordar un tema interesante como es el de aquellos que en un momento tuvieron que decidirse por la música o la pelota.

Ampliando un poco más el caso de Tiburón Morales, agregamos que era sonero y pelotero y muchas personas le preguntaban qué hacía en el béisbol con las cosas que él sabía hacer en la música.

Al oriundo de Francisco Guayabal le fascinaba la pelota. Tanto es así que participó en siete campeonatos nacionales en los que archivó 237 de average. Debutó en la segunda versión (1963) con el equipo de Orientales, vistió también la franela de Granjeros, Camagüey, y cerró su expediente en 1971, desempeñándose con Mineros en los jardines y la inicial.

Tras su retiro visitaba sistemáticamente el Cándido González. Allí iba con frecuencia Adalberto Álvarez, quien lo incluyó en el grupo Avance Juvenil. Respondiendo a una invitación del compositor Rodulfo Vaillant se marcharon a Santiago de Cuba y con músicos camagüeyanos y del oriental territorio fundaron Son 14.

Desde ese instante quedó la impronta de Tiburón Morales en nuestra música, transformado en uno de los prominentes soneros cubanos, al interpretar clásicos de Adalberto Álvarez como A Bayamo en coche y El son de la madrugada, y un éxito de Pedro Gómez: Calle Enramada.

Otro ejemplo es el de Benito Antonio Fernández Ortiz, el popular Ñico Saquito (1901-1982), quien atraído por la composición de canciones se inclinó por ser trovador, abandonando una prometedora carrera en el béisbol. De su habilidad para atrapar las bolas como pelotero le viene el apodo de Saquito.

La pasión por el deporte de las bolas y los strikes motivó la reiterada ausencia de las aulas de Rafael Cueto (1900-1991). Sus condiciones para la práctica de esta disciplina quedaron evidenciadas en la Liga de los Juveniles de la entonces provincia de Oriente, y luego cuando pasó a la Liga Amateur, pero prevaleció la música que había comenzado a estudiar a los siete años de edad, y finalmente integró junto a Miguel Matamoros y Siro Rodríguez el legendario Trío Matamoros, en 1925.

Contrario a Ñico Saquito, Cueto y Tiburón, hubo quienes decidieron hacer carrera en el béisbol como Rolando Macías Rodríguez, el Músico de San Fernando de Camarones.

Macías estudió el saxofón, aunque sobresalía más por su trabajo en la percusión y formó parte de varios conjuntos. En 1966 se vio en la obligación de escoger y optó por el béisbol, la vida le dio la razón, porque en sus 15 temporadas ganó 110 partidos, solo perdió 65 y fue serpentinero estelar de los equipos Azucareros, Las Villas, Cienfuegos y Cuba, selección de la cual formó parte en las citas del orbe de 1969,1971 y en los Juegos Panamericanos, en Cali, 1971.

Manuel Alarcón Reina, el Cobrero (1941-1998), uno de los más sobresalientes lanzadores que han pasado por las series nacionales y, por demás, miembro del plantel criollo a dos Juegos Panamericanos y a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1962, se dedicó posteriormente a la música.

En este sentido sobresale también René Candelario González, quien estuvo entre los ocho músicos que fundaron la afamada Orquesta Aragón —primero Rítmica 39 y Rítmica Aragón—, el 30 de septiembre de 1939. Tocaba el segundo violín, pero poco tiempo después abandonó la agrupación para dedicarse al béisbol profesional.

Su vacante la ocupó Rafael Lay Apesteguía, quien más tarde sería director de la orquesta, hasta su trágica desaparición física a consecuencia de un accidente de tránsito, en 1982.

Como pelotero René González intervino en las Series del Caribe con los clubes Almendares y Habana. Desde 1947 jugó en México, donde conquistó sucesivamente tres títulos de bateo. En 1952 se llevó la triple corona con 370 de average, 21 jonrones y 84 impulsadas.

 En 1993 fue exaltado al Salón de la Fama del Béisbol Profesional de México. Sin dudas, con el cambio de Rafael Lay por René la música cubana ganó a uno de sus grandes exponentes y la pelota a un brillante jugador.

 

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