Alianny tiene importantes compromisos por delante. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 06/04/2024 | 11:20 pm
Varadero, Matanzas.— Cuando Alianny Carbonell terminó de responder una pequeña ronda de preguntas de algunos colegas y luego de un cuestionario un poco más amplio hecho por mí, se sintió aliviada. Respiró profundo, relajó sus hombros y se despidió con una ligera sonrisa. Ya con sus compañeras, se secó el sudor resultante de un día caluroso y de tener los nervios de punta por pocos minutos.
Hay cosas que son muy evidentes. Por ejemplo, a la judoca tunera ofrecer entrevistas no es algo que le agrade mucho. Sus contadas palabras ante cada interrogante es una muestra. Pero en la vida existen momentos en los que toca asumir y eso debió hacer ella después de ganar el título en los 52 kilogramos del Open Panamericano de Varadero, efectuado entre jueves y viernes.
Un triunfo en semifinales ante su compatriota Lilian Morales le abrió las puertas de la discusión por la medalla de oro contra la boricua Francine Echevarría, quinta en los Juegos Panamericanos de Chile 2023, y la derrotó claramente.
La atleta de 20 años, que subió de división hace pocos meses, dijo a Juventud Rebelde que disfrutó bastante el certamen y cumplió el objetivo de ganar, para así demostrar que es la principal figura de Cuba en su categoría. Este cetro fue el primero para ella en un campeonato internacional y su segunda medalla en Varadero, pues en 2023 concluyó subcampeona en la Copa Panamericana juvenil.
Aun con su juventud, Carbonell ha podido intervenir, desde febrero de 2022 hasta la actualidad, en competiciones de gran prestigio en el circuito internacional de su deporte. Su estreno en el extranjero sucedió en el fortísimo Grand Slam de París y posteriormente se ha presentado en los Grand Slam de Tel Aviv, Antalya y Tbilisi y en el Open Panamericano de Santo Domingo.
«Próximamente debo asistir al Campeonato Panamericano de Río de Janeiro, Brasil —26 y 27 de este mes. Será una prueba de fuego para mí, por lo que espero llegar en muy buena forma deportiva y obtener un buen resultado. Quiero una medalla.
«Entre enero y marzo varias integrantes de la selección nacional disfrutamos de una base de preparación en París, Francia, donde insistimos en aspectos técnicos y tácticos y trabajamos la parte física. En mi caso, gané la experiencia de competir en Georgia y Turquía. En París las condiciones para entrenar son excelentes, desde los gimnasios hasta la alimentación», explicó.
Alianny, que adora la tranquilidad de ver películas y series y escuchar música, inició su vida deportiva en la gimnasia y tras varios años practicándola, el gusto de su madre por el judo repercutió en que la pequeña vistiera de judogi. Ingresó en la EIDE de su provincia y acumuló varios metales en Juegos Escolares Nacionales y juveniles.
«En 2018 me informaron de mi ascenso a la preselección nacional cubana. Recuerdo que me puse muy contenta porque estaría compartiendo con las mejores judocas del país y aprendiendo de ellas. Cuatro años más tarde debuté fuera de Cuba, en el Grand Slam de París, un torneo muy fuerte que enfrenté sin experiencia casi y con mucha juventud», rememoró Carbonell, quien tiene entre sus entrenadores a Yordanis Arencibia, tunero como ella.