Pupo se colgó su tercera corona panamericana en Santiago 2023 y ahora tiene la vista puesta en la olimpiada de París. Autor: Roberto Morejón Rodríguez/JIT Publicado: 23/10/2023 | 09:56 pm
SANTIAGO DE CHILE.— El legendario Carlos Gardel asegura en su tango Volver que «las nieves del tiempo platearon mi sien / sentir que es un soplo la vida / que veinte años no es nada»…, y esos versos me vinieron a la memoria mientras presenciaba el domingo último la vuelta al trono panamericano del holguinero Leuris Pupo en la pistola de tiro rápido para hombres.
El polígono de tiro de Pudahuel, al sur de esta capital, atestado de personas que concurrieron para apoyar al dos veces medallista olímpico, reventó de alegría cuando Pupo asestó sus últimos disparos en la diana para coronarse por tercera vez como campeón continental en unos juegos múltiples y dar a nuestro país, en ese instante, su segunda medalla de oro.
Con su victoria, Leuris afianzó su leyenda como el mejor tirador deportivo cubano de todos los tiempos, a 20 años de haber conseguido su primera presea dorada en unos Juegos Panamericanos, cuando se coronó en Santo Domingo 2003.
Tras el último disparo, una avalancha de personas se acercó para felicitar al campeón que tanto admiran por la sencillez que siempre practica, a pesar de haberse procurado para siempre un puesto en el olimpo del deporte.
Poniendo todo en perspectiva, el campeón de estos 19nos. Juegos Panamericanos en la pistola de tiro rápido fue implacable y demostró qué significa tener temple en una competencia. Luego de un «tímido» inicio con tres y una dianas en las primeras rondas, respectivamente, Leuris sacó su casta de campeón olímpico en Londres 2012 y presionó a todos sus rivales con dos tandas consecutivas perfectas: cinco disparos, cinco blancos.
Desde entonces ya nadie pudo superarlo, y por si no bastara volvería a tener otra ronda perfecta antes de cerrar con cuatro blancos en sus últimos cinco disparos. El antillano aventajó así al venezolano Douglas Gómez, medallista de plata, y al estadounidense Henry Leverett, un joven de 22 años de edad que apenas entendía el mundo cuando Pupo se subió a lo más alto del podio en los Juegos de República Dominicana. Veinte años no son nada, ¿verdad, Gardel?
«Uno se siente un poco nervioso, pero sabe controlar la situación para salir adelante», dijo el campeón todavía emocionado. «La mía ya es una larga carrera, con medallas en centroamericanos,
panamericanos, copas del mundo y olimpiadas, obteniendo medallas de oro, que es el sueño siempre, y este es otro logro importante. Ahora pienso en los Juegos Olímpicos, y haber obtenido esta medalla de oro me da todavía más fuerzas para estar también entre los finalistas en París el próximo año».
Voluntad, deseo y sacrificio son las claves de la longevidad de Pupo, que a sus 46 años se mantiene en la cúspide de su deporte. Entregado durante mucho tiempo a dar lo mejor de sí, ha sabido superar cuanto obstáculo se aparece. Nunca piensa en eso, ni su equipo tampoco, nos aclaró en la zona mixta. «Entre todos nos apoyamos y nos damos ánimo para seguir adelante, y doy lo mejor de mí».
«Sé que el pueblo me sigue y, como siempre digo, aquí hay Pupo para rato». Eso no lo dudamos. En 2024 Leuris incursionará en sus séptimos Juegos Olímpicos y quizá entonces volvamos a recordar el tango de Gardel. A fin de cuentas, cuando este cubano sostiene la pistola en su mano derecha el tiempo se detiene y 20 años no son nada.