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Cuscatlán, primer episodio de la actual saga olímpica

El movimiento deportivo cubano enfrentará en la capital salvadoreña el primer gran momento de un 2023 cargado de competiciones fundamentales rumbo a la próxima olimpiada

Autor:

Enio Echezábal Acosta

Cuba enfrentará un importante reto en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023. El evento, que iniciará el próximo jueves 23 de junio y concluirá el 8 de julio, representa la primera parada de control del ciclo que culminará en París 2024 y por tanto los representantes de la Mayor de las Antillas buscarán el mejor resultado posible con tal de clasificarse a los Panamericanos de Santiago de Chile y, obviamente, poner en lo más alto a la bandera de la estrella solitaria.

Detrás del foco de atención, la dirección del Instituto Cubano de Deportes, Educación Física y Recreación ha estado velando constantemente la preparación y el rendimiento de los atletas en este año clave que servirá como antesala práctica y simbólica a la cita estival.

Al respecto habló Ariel Sainz, vicepresidente del Inder, durante el curso de preparación de la prensa rumbo a este primer gran evento del año.

Sainz explicó que, en 2021, tras los Juegos Olímpicos de Tokio, fue creado un grupo asesor consultor dentro de la propia dirección de Alto Rendimiento que se basó en la experiencia de aquella cita y empezó a trabajar en las posibilidades de cada uno de los deportes de cara a los Centrocaribes.

A la par de las variables exclusivamente deportivas, los directivos tuvieron que tener en cuenta otros fenómenos que influyen con fuerza en la sociedad cubana, como es el de la migración, el cual lleva tiempo afectando el sistema deportivo cubano.

«Aunque aún tenemos muchas primeras figuras que continúan en este ciclo de cara a París, lo cual habla del buen estado y la longevidad de atletas como Julio La Cruz, Idalis Ortiz, Lazaro Álvarez, Mijaín López o Roniel Iglesias, también hay que decir que hemos perdido a otros que eran insignia en sus disciplinas y son insustituibles.

«Además de esto, está el lógico tema del relevo generacional, que también es un elemento fundamental del panorama de hoy. A pesar de que hemos intentado garantizarlo en cada caso, estabilizar esa situación no es nada fácil», agregó Sainz.

Según el análisis realizado por los expertos del Inder, la pérdida de atletas tendría un impacto en el rango de las 36 a 38 medallas de oro. En base a esto, de 108 que se obtuvieron en Barranquilla, ahora las aspiraciones se ubican entre las 70 u 80 coronas.

También hubo otras dificultades provocadas por las consecuencias de la pandemia y el perenne bloqueo, tales como trabas para la obtención más sencilla y expedita de boletos y visas; así como problemas con la alimentación de los deportistas en algunas etapas, lo que no sucedió en tiempos recientes. Así todo, Cuba consiguió clasificar un total de 523 atletas a los JJC, un total que luego se vio reducido debido a la falta del mínimo de equipos y representantes para validar competencias como el polo acuático femenino.

«El primer logro es haber obtenido esa cantidad de clasificaciones para los JJC, pero a la vez también haber mantenido la actividad de nuestros atletas dentro de una ruta competitiva que establece la participación obligatoria en una serie de eventos del ciclo con tal de continuar avanzando camino a París 2024».

«En base a todas estas condiciones, tocará disfrutar una plata y un bronce centrocaribeños como un resultado notable, aunque en otra época algo así hubiera resultado impensable. Ha cambiado el panorama deportivo de la región y no hay solamente una o dos potencias, sino otros países con figuras emergentes de élite que pueden alcanzar preseas y cambiar el medallero de muchas formas.

«La variable incertidumbre es un factor que también deberá ser positivo en orden de que la delegación rinda a la altura que se espera. Para conseguir las 70-80 medallas de oro que esperamos, habrá que ser eficientes, pues no podemos esperar que los “eléctricos” suplan los posibles “fallos” que tengan los atletas “seguros”.

«No obstante, tampoco la idea es que los muchachos se sientan presionados. Por eso queremos que el discurso sea real y objetivo, sin triunfalismos, y que eso ayude a que los atletas compitan concentrados en sí mismos, pero sueltos, y que disfruten de su experiencia. Hay que pensar que alrededor del 75 % de nuestros 504 representantes confirmados debutarán en un evento de esta magnitud como son los JCC, lo cual es una motivación enorme para ellos», concluyó Sainz. 

Datos notables de los 24tos. JCC, San Salvador 2023

  • De la delegación cubana, formada por 503 atletas, 267 mujeres y 236 hombres, hay representación de los 16 territorios del país (15 provincias más el municipio especial de Isla de la Juventud). Además, un total de 98 municipios tendrán presencia en los juegos.
  • De Barranquilla 2018 repiten solo 124 (24.6 %) atletas de nuestro país, así que habrá 380 (75.4 %) que irán en calidad de «novatos» dentro de las lides multideportivas de gran relevancia.
  • De un total de 456 pruebas convocadas en 39 disciplinas olímpicas, Cuba estará participando en 365 (80 %).
  • Serán otorgadas 142 plazas en 13 deportes rumbo a los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile (atletismo, aguas abiertas, balonmano, béisbol, bolos, boxeo, mountain bike, ecuestre, hockey, polo, tiro, tiro con arco y triatlón).
  • Habrá tres deportes que iniciarán sus actividades antes de la inauguración. Estos son el tenis de mesa y el voleibol de playa, ambos el día 21 de junio, y el boxeo, programado para comenzar el 22.

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