Reinier Muñiz besa su tercer trofeo en la LSB, el primero como director técnico. Autor: JIT Publicado: 30/05/2023 | 08:54 pm
Cuando el equipo de Capitalinos completó la barrida frente a Santiago de Cuba en la discusión del título de la Liga Superior de Baloncesto (LSB) varonil de este año, fue la quinta final definida por esa vía desde 2004, según los archivos del estadístico Benigno Daquinta. Esta fue la primera «escoba» pasada por un plantel habanero en dos décadas, algo muy gratificante si lo vemos desde la perspectiva de que en 2013 y 2016 los vigentes monarcas terminaron barridos por Ciego de Ávila, en la porfía por el oro.
Después de ocho años de su última diadema (derrotaron 4-2 a los Búfalos avileños), los capitalinos no perdieron ni un encuentro en la más reciente postemporada y, luego de rendir a los Halcones indómitos, conquistaron su octavo cetro histórico (1994, 1995, 1996, 1997, 1998, 2010, 2015 y 2023). Del elenco monarca actual solamente estuvieron en el campeonato de 2015 un muy joven Pedro Roque y Reinier Muñiz, quien hoy es el principal responsable desde el banquillo del primer puestomaterializado en la sala polivalente Ramón Fonst.
Juventud Rebelde conversó con Muñiz, un coach de 37 abriles que debutó en esa función en la LSB de 2022. Él se convirtió en la segunda persona en titularse como atleta y director técnico, pues el primero fue Jorge García, el año anterior, con Ciego de Ávila. Daquinta aclaró que Michael Guerra, con los Búfalos, dirigió de forma interina un partido nada más.
«Siento muchas emociones después de este resultado, muchas cosas que decir, entre ellas felicitar a la capital, a los jugadores, a mi colectivo técnico y a todo el que contribuyó con el título. Es el frutode una preparación de más de dos años y felizmente en 2023 quedamos campeones. El empuje fundamental que nos llevó a desear a toda costa obtener el cetro fue el fallecimiento del coach Rafael Cairo,miembro de nuestro cuerpo de entrenadores. Donde quiera que él esté, le dedicamos este éxito.
«Sinceramente, nunca estuvo en nuestros planes barrer ni a Sancti Spíritus ni a Santiago de Cuba. Salimos partido a partido, con mucha disciplina, y esa creo que fue la principal virtud para conseguir un excelente desempeño en los playoffs. El equipo fue uno, como dijimos varias veces, un conjunto con un solo corazón, y cada cual aportó lo que mejor supo hacer. Se disfrutó el juego diario y se respetaron los conceptos del baloncesto. También la cohesión fue determinante. Si hubiese que hablar de individualidades en la recta final del campeonato, mencionaría a Neysser Coutín, Pedro Roque, Joan Gutiérrez, Héctor Martinto. También debo mencionar el aporte grandísimo de Abel Font en el costado defensivo, con sus tapones y rebotes.
«En mi caso, ahora lo que toca es continuar superándome. De momento, estoy trabajando con la selección nacional. Debo seguir estudiando más, actualizarme sobre el básquet moderno. Mi primera corona con Capitalinos fue en 2010 y la segunda en 2015, ambas como jugador. Algo curioso es que la de 2015 y la de este año la logramos ante el público habanero», finalizó.