En ejercicios a manos libres, Marcia Videaux aseguró la plata. Autor: Cubasí Publicado: 21/09/2017 | 06:18 pm
«Veo a Marcia con grandes posibilidades en manos libres», dijo en La Habana Yareimis Vázquez Cedeño, entrenadora del equipo femenino de Gimnasia Artística, a su esposo y colega Carlos Gil.
Pese a la observación, realizada poco antes de partir hacia la Copa del Mundo que durante el fin de semana se celebró en Croacia, la adiestradora no esperaba por ahora grandes resultados en ese ejercicio, quizá sí para el Mundial. El salto es su fuerte, pensó.
Pero el pasado domingo, una buena ejecución de Marcia en el tapiz —había llegado a tres finales de cuatro posibles— confirmó sus potencialidades. En el «suelo» mereció un registro de 13,300 puntos que le valieron la medalla de plata, pues por delante quedó la boricua Paula Mejías Rodríguez (13,550).
Inesperado para algunos, este resultado de la cubanita fue el más notorio de nuestra representación, integrada también por Dovelis Elena Torres, Randy Lerú y el estelar Manrique Larduet.
En las restantes pruebas, Marcia terminó quinta en salto, con calificación de 13,525 unidades, y dos escaños más abajo en barras asimétrica (11,775).
El hombre de las medallas —como se le llamó a Manrique en la pasada Copa del Mundo en Anadia, en la que fue el atleta más destacado con medallas en cinco aparatos de seis posibles— esta vez no subió al podio. Clasificó solo para las finales de salto y anillas, en las que quedó en quinto y séptimo lugares, con registros de 14,713 y 14,675.
Aunque es la primera competencia internacional de la que regresa sin preseas, Manrique advirtió en declaraciones a JR vía electrónica que el Campeonato Mundial será otra cosa.
«No hemos dejado de entrenar ni siquiera aquí en Croacia. Todavía no estábamos en la forma óptima, porque nuestras cargas de entrenamiento son aún altas», explicó.
Manrique enfatizó que el recién concluido certamen de Osijek era preparatorio para la cita universal. «Muchos estábamos probando elementos nuevos. No solo yo cometí errores, también los campeones mundiales tuvieron dificultades en sus ejecuciones, y eso me tranquiliza», añadió.
Las caídas fueron el problema más común de los cubanos, y tal vez se explican por el cansancio acumulado del viaje, pues llegaron prácticamente a competir y tuvieron que familiarizarse con los aparatos en la propia competencia.
Según el preparador Carlos Gil, esos «errores» se resuelven, y esta vez solo dejó competir a sus muchachos sin trazarse estrategias competitivas, ya que el objetivo era poner a prueba nuevos elementos. Las caídas eran permisibles allí, porque en el Mundial, al decir de Manrique, ni caminando se pueden caer.