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¡Campeones de la Serie del Caribe! (+ Fotos)

En su segunda incursión tras el regreso a la Serie del Caribe, el béisbol cubano alcanzó la gloria representado por unos Vegueros de Pinar del Río que supieron reponerse de un inicio incierto para terminar acomodado en el trono

Autor:

Juventud Rebelde

SAN JUAN, Puerto Rico.- No había mejor escenario que esta ciudad para regresar al trono. No hubo mejor forma de hacerlo, después de tantos años, que la protagonizada por los Vegueros de Pinar del Río, crecido en los momentos trascendentales, en las circunstancias que no se podía fallar. Con desquite incluido, los discípulos de Alfonso Urquiola entraron en la historia de una Serie del Caribe durante una edición en extremo competitiva, porque confiaron en sus fuerzas. El triunfo en la final sobre los Tomateros de Culiacán no solo cortó la racha mexicana, sino que además marca la pauta de un camino iniciado, pero aun con mucho trecho por recorrer.

Las expectativas eran inmensas, porque pocos esperaban que una novena en «estado de coma» pudiera levantarse hasta vivir su propia coronación. Y si en la semifinal frente al trabuco venezolano la ofensiva tiró del carro, ahora fueron los lanzadores quienes asumieron el protagonismo de la victoria. Y entre todos Yosvani Torres, uno de los íconos del grupo, quien bregó —así se dice por estas tierras— espectacularmente durante siete entradas, en las que toleró par de indiscutibles, ambos a la altura del quinto episodio, para apuntarse el definitivo triunfo. Su control fue exquisito, y la confianza le ayudó a sortear las pocas complicaciones que encaró sobre el box.

Con absoluta justicia, se llevó la ovación de todo el graderío del Hiram Bithorn, que más bien parecía el del Capitán San Luis vueltabajero por el sostenido apoyo de la afición boricua, incondicional hasta el último out del partido.

La bulla comenzó en la misma apertura, como para dejar bien claro que el zurdo Anthony Vázquez, el mismo que los dominó a su antojo durante el desafortunado estreno, no la tendría fácil. Su condición de zurdo llevó al timonel de los pativerdes a variar el esquema inicial, y tres imparables consecutivos de la artillería pesada integrada por Yulieski, Despaigne y Cepeda, establecieron las distancias entre uno y otro bando. Y un inning más tarde, otros tres cohetazos de William Saavedra, Luis Alberto Valdés y Luis Yander La O ensancharon la brecha.

Los mexicanos montaron un intento de rebelión en la quinta entrada a partir del largo batazo de Joey Meneses, y redujeron al minimo la distancia. En el siguiente acto el estratega Benjamín Gil se jugó la carta de Juan Delgadillo para controlar los daños, pero nada más iniciar el octavo, Yulieski le despachó un largo batazo que cayó más allá de los límites del bosque izquierdo. Fue el puntal necesario para sostener la esperanza, el batazo que a la hora cero hizo la  diferencia.

Para rescatar al jovencito Liván Moinelo y consagrarse en su primer torneo internacional de envergadura, vino Héctor Manuel Mendoza. Otra vez con una recta intransitable, puso el resto en cada envío hasta cerrar con broche de oro una noche histórica.

La euforia sobre el terreno

Nada más cantarse el último strike, los Vegueros en pleno tomaron por asalto la grada del Hiram Bithorn en medio de ensordecedores vítores. La afición siguió premiándolos y ellos respondieron con absoluta humildad.

Para Yosvani Torres, fue el torneo de su vida. «Sin duda alguna, es una inmensa satisfacción haber contribuido para que mi provincia, y toda Cuba, haya disfrutado de este resultado tan esperado. Yo salí a hacer mi trabajo, muy enfocado, porque todo el pueblo se lo merece. No siempre a uno le salen las cosas bien, pero esta vez supe hacer lo necesario para ayudar».

En referencia a la inolvidable experiencia, el derecho vueltabajero dijo que «tengo que agradecer el cariño y el respeto que nos ha brindado el pueblo puertorriqueño, pues una de las cosas que más me ha impresionado por estos días. Para ellos también es este triunfo».

El mánager Alfonso Urquiola describió el momento como espectacular. «Es un resultado muy emocionante después de tantos años, logrado gracias al meritorio trabajo de cada uno de los muchachos, quienes supieron venir de menos a más para asegurar este triunfo. Ellos eran conscientes de que el primer objetivo era clasificar para después batirnos por un buen resultado, y asumieron muy bien esa tarea.

«Hay que reconocer al equipo mexicano, que fue muy estable durante todo el torneo, pero en general todos los equipos que vinieron presentaron un gran nivel», añadió.

El estratega valoró de extraordinaria la faena de Yosvani Torres. «Tanto él, como Moinelo y Mendoza supieron trabajar con inteligencia. En general, todos hicieron un gran trabajo».

Y tiene toda la razón, aunque cuando se escriba la historia de este triunfo, en ella tendrá un lugar sobresaliente Frederich Cepeda, el alma ofensiva de esta «resurrección». En la recta final el espirituano compiló seis imparables en nueve turnos, entre ellos dos dobles y un triple, para empujar seis de las 11 carreras anotadas por el equipo.

Eso le valió para ser seleccionado como el Jugador Más Valioso del torneo, así como el bateador designado del Equipo Todos Estrellas del torneo, distinciones que recibió con mucha alegría. «Nunca lo imaginé, pero es emocionante. Sin embargo, lo más importante es resultado colectivo que hemos logrado, porque significa mucho para todo un pueblo que ahora mismo debe estar en la calles celebrando esta victoria».

Sobre el giro radical que protagonizó el grupo, el experimentado jugador explicó que «antes del partido semifinal nos unimos porque sabíamos que era clave para cumplir el objetivo. Nosotros nos caracterizamos por ese espíritu de lucha, y siempre salimos a demostrarlo sobre el terreno. Esa fue la clave del triunfo».

Junto a Cepeda, otros tres cubanos fueron elegidos entre las luminarias del certamen. Yulieski Guorriel consiguió los votos necesarios para la distinción como segunda base, y Luis Yander La O resultó el antesalista más sobresaliente. Además, Héctor Manuel Mendoza mereció el reconocimiento como lanzador de relevo.

El mencionado cuadro de honor lo completaron los dominicanos Carlos Paulino (receptor), Héctor Gómez (campo corto), Elián Herrera (jardinero derecho) y Leury García (jardinero izquierdo), los mexicanos Terance Marín (lanzador abridor) y Rico Noel (Jardinero central) y el venezolano Balbino Fuenmayor (inicialista). El mánager de los Tomateros de Culiacán, Benjamín Gil, se alzó con la distinción al mejor estratega.

Éxito boricua

Mientras en las afueras del Hiram Bithorn se alistaba el fiestón amenizado por el Gran Combo de Puerto Rico, dentro de la instalación se bajó el telón de un torneo valorado satisfactoriamente por la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC).

Su presidente, el dominicano Juan Francisco Puello, en un breve intercambio con la prensa cubana, dijo que los organizadores habían realizado una destacada labor.

Lo cierto es que durante toda esta semana beisbolera más de 112 000 personas disfrutaron en vivo del gran espectáculo, algo que dice mucho del éxito y la buena acogida que tuvo el torneo entre la fanaticada caribeña, llegada desde cada uno de los países.

Sobre el triunfo de la representación cubana, dijo que «no puedo esconder mi emoción, porque se materializa algo en lo que hemos trabajado durante muchos años. Creo que este triunfo puede ser un espaldarazo a la definitiva integración de Cuba a la Confederación. Solo esperamos que se resuelvan lo antes posibles todos los temas políticos que hasta el momento han impedido la presencia de Cuba como miembro pleno, y cuando eso suceda será un gran triunfo para el béisbol caribeño», sentenció.

Reviva, jugada a jugada, esta gran final.

Fotos de Roberto Morejón Rodríguez/AIN

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