Bélgica fue una muralla infranqueable para las cubanas. Autor: FIVB Publicado: 21/09/2017 | 05:55 pm
BARI, Italia.— Quedó claro que el regreso a la élite del voleibol femenino cubano no sucederá a corto plazo. El nivel del presente Campeonato Mundial, cuyo grupo D cobra vida en esta ciudad, queda —si acaso— en el horizonte más lejano que nuestras jugadoras puedan divisar. La barrida (15-25, 12-25 y 16-25) encajada este martes frente a Bélgica durante el debut en el torneo da fe de ello, y lo que resta es luchar, sacar pecho, jugar con orgullo. Y puede que hasta emerja un titular con signos de admiración. Solo eso.
Sin embargo, por este —o por cualquier otro— resultado, las discípulas de Juan Carlos Galano no pueden bajar la cabeza. En el yo más interno de cada aficionado aparcará la desazón y emergerá la nostalgia. Pero hay que entender que en este joven grupo solo la jovencísima Melissa Vargas puede jugar sin desentonar. El resto de sus compañeras tiene talento, pero del tipo del que hay que enrumbar y madurar. Solo entonces llegarán exigencias mayores.
Frente a las belgas pasó lo que tenía que pasar. A las cubanitas, como es lógico, les pesó como un rascacielos el debut a tan corta edad en una cita universal, donde están las mejores del mundo. Si en igualdad de condiciones eso cuesta, imaginen frente a un elenco que funciona con la precisión de un reloj, que posee no pocas variantes para hacer daño, y que cualquier fallo puede ser hasta noticia por la novedad.
Sumemos al lógico nerviosismo en las filas cubanas, su incapacidad de contener un ataque en el que se combinan con éxito la fuerza, la colocación y la inteligencia. Agreguemos a eso las excelentes manos y visión de la pasadora Frauke Dirickx y una defensa de campo por momentos impecable.
Y si eso no bastara para tener una imagen lo más cercana posible a la realidad, vayamos a los números. En medio de todo, Melissa consiguió anotar 15 puntos para una efectividad de 53.85. La que más se pudo acercar a su desempeño fue la auxiliar Sulian Matienzo, con apenas ocho unidades y un discreto porcentaje de efectividad de 29.17. Del resto, ninguna pudo aportar más de cinco cartones a la causa.
Queda ahora al equipo recomponerse, pasar página para enfrentar hoy a un Puerto Rico más cercano a sus posibilidades reales, pero que también sale como favorito. Las boricuas dieron guerra en su estreno, a pesar de ceder por 0-3 (23-25, 18-25, 20-25) ante China. En el otro resultado correspondiente a esta llave, el equipo de Azerbaiyán impresionó al venir de abajo y someter en cinco parciales (17-25, 25-20, 20-25, 25-21, 15-9) a la representación japonesa.
Mientras, en el apartado A, las anfitrionas italianas cumplieron los pronósticos al batir a Túnez en sets corridos (25-11, 25-13, 25-8). A su vez, Croacia necesitó cuatro mangas (25-17, 26-28, 26-24 y 25-19) para superar a Argentina, y República Dominicana luchó hasta el límite y consiguió aventajar a Alemania con tanteadores de 22-25, 25-21, 25-21, 24-26 y 15-13.
Asimismo, Brasil ratificó su favoritismo en el segmento B con un triunfo de 3-0 (25-19, 25-22, 25-16) sobre Bulgaria. Además, Canadá se impuso a Camerún por 3-1 (25-12, 25-13, 20-25, 25-14) y por la misma vía Serbia derrotó a Turquía, pero con pizarras de 21-15, 20-25, 25-19, 25-22.
Por último, en el apartado C salieron airosos los «grandes». Holanda blanqueó a Kazajstán con marcadores de 25-21, 25-17, 25-21, Rusia a Tailandia (25-18, 25-19, 25-22), y Estados Unidos liquidó a México en cuatro sets (19-25, 25-11, 25-20, 25-14).