El bateo de los artemiseños frente a la Isla de la Juventud fue vital para su clasificación. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:54 pm
El complicado rompecabezas de la fase de grupos en el Campeonato Nacional sub-23 de béisbol encontró sus soluciones, algunas de ellas inesperadas. Finalmente harán sus maletas rumbo a la semifinal en Santiago de Cuba los antes clasificados anfitriones, avileños y mayabequenses, y a ellos se unieron este jueves los muchachones de Matanzas, Artemisa y Camagüey.
Los pasajes yumurinos se acuñaron en el intermedio del programa regular de la jornada en el grupo A, momento escogido para desatascar el juego entre estos y artemiseños que había sido sellado hace par de días a la altura del noveno episodio con un empate a cuatro carreras. En su última oportunidad, los anfitriones matanceros marcaron en dos ocasiones para asegurar el éxito de Alexander Bustamante y la derrota de Yunieski García.
Ya con el liderazgo a buen recaudo, los locales aflojaron el paso y cedieron luego con pizarra de 2-11 frente a la representación vueltabajera.
Mientras, los artemiseños hicieron los deberes para sobrevivir como uno de los dos mejores segundos lugares del tramo. Para ello habían vencido a primera hora por 10-4 a la representación de la Isla de la Juventud, con buen crédito para Lázaro Pedro.
Los Cazadores terminaron con balance de 13 triunfos y 11 reveses, cosecha también alcanzada por Cienfuegos en el apartado B y Camagüey en el C, después de sus respectivos triunfos antes de bajar el telón.
Los sureños, organizadores de su llave, aventajaron por 6-4 a los entonces eliminados capitalinos, mientras que los agramontinos, finalmente escoltas, sometieron por cerrado 4-3 a la novena de Las Tunas, con victoria de José Ramón Rodríguez. La derrota fue a la cuenta de Yadier Echevarría y hubo cuadrangulares del tunero Julio Martínez y el camagüeyano Henry Quintero, quien se consolidó como líder en el departamento con siete estacazos.
A ese trío de «abrazados» pudo unírseles el elenco de Granma, pues el triunfo en la jornada del adiós del apartado D le habría garantizado un espacio en semifinales. Pero sorpresivamente, los pequeños Alazanes capitularon por 3-7 frente a la tropa guantanamera, y tendrán un año por delante para superar el trauma.
Así las cosas, hubo que acudir al reglamento —y a la calculadora— para decidir cuáles de los tres equipos conservarían sus aspiraciones al trono. Y la balanza se inclinó finalmente hacia Artemisa y Camagüey, por ser estos los que menos carreras permitieron durante sus 24 presentaciones.
Además, en la jornada definitoria Santiago de Cuba encajó su segunda derrota por lechada de forma consecutiva, al ceder por 0-2 frente a los holguineros, anfitriones del grupo D. No obstante, los indómitos cerraron como los más ganadores de la fase.
Igualmente sin trascendencia para el ordenamiento de la llave B, Mayabeque sacó el pie del acelerador y fue vencido por los villaclareños por 6-4. Algo similar pasó en tierras avileñas, donde los locales fueron sometidos con marcador de 2-4 por las huestes espirituanas.
Así las cosas, quedó lista la escena para que a partir de mañana, a los pies de la Sierra Maestra, comiencen las batallas para definir los dos contendientes por el cetro del naciente torneo. Allí se jugará bajo un sistema de todos contra todos a dos vueltas hasta el próximo 9 de septiembre. Los dos más sobresalientes conseguirán los boletos a la final, que se jugará al mejor en cinco partidos, comenzando con los dos primeros en la casa del contendiente con el balance menos relevante en esa ronda semifinal.