El zurdo cienfueguero Norberto González, un habitual abridor con su provincia y relevista en el equipo nacional. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 05:32 pm
La presente edición de la Serie Nacional de béisbol entra hoy en su tramo final, con el concurso de la mitad de los 16 equipos que animaron la fase clasificatoria. Y a partir de entonces, cada uno de ellos tendrá 42 oportunidades de apuntalar su candidatura a ocupar un trono que hasta el final del torneo pertenece a los Tigres de Ciego de Ávila.
Para el segmento definitorio ya se anunciaron algunas novedades, y entre ella una medida encaminada a lograr la especialización del pitcheo con la previa designación de abridores y relevistas. Así, queda establecido por decreto lo que muchos pedimos a gritos y nunca llegó por su propio peso.
Tal vez la necesidad de delimitar el «oficio» de cada lanzador haya estado más que clara desde la teoría. Pero habría que preguntarse también si en el nivel al que bajó nuestro béisbol en los últimos tiempos, cada manager contaba con los recursos suficientes para, no solo establecer, sino mantener una rotación abridora estable. O si dejaba de ser lícito echarle mano a su mejor carta para asegurar un triunfo.
De cualquier forma, la decisión genera varias interrogantes. ¿Será esto solo posible ahora, con la concentración de la calidad? ¿La obligatoriedad será suficiente para cambiar la mentalidad de los managers? ¿Se extenderá luego la experiencia hacia la composición de futuras selecciones nacionales? Quiero ser optimista y creer qué este pudiera ser un buen comienzo para actualizar nuestras concepciones. ¿Usted qué cree?
La experiencia del recién concluido Clásico Mundial no dejó dudas de cuán importantes son los roles en las estrategias de pitcheo. Contar con un «matador» que se pueda acercar al menos a la estatura mostrada por el dominicano Fernando Roodney, es una garantía para cualquier equipo, defienda los colores de una provincia o de un país.
Hasta la penúltima subserie de esta etapa, la experiencia estará bajo escrutinio. Cada cuerpo de dirección tiene la libertad de elegir la cifra de lanzadores que destinará para cumplir con las diferentes funciones, y las «reconversiones» deberán estar debidamente justificadas y aprobadas. Como dice mi vecino, vivir para ver.
Y hablando de ver, la mayoría de las miradas —sin menospreciar otros duelos—hacia nuestro pasatiempo nacional se concentrarán a partir de hoy en el capitalino estadio Latinoamericano, donde Industriales recibirá la visita de Matanzas.
La efervescencia beisbolera vivida durante el fin de semana en el espirituano José Antonio Huelga se extenderá cuando los Gallos sean anfitriones de la representación vueltabajera.
También, Isla de la Juventud y Villa Clara relanzarán sus aspiraciones como visitantes. Los Naranjas tienen previsto reaparecer sobre el diamante del 5 de Septiembre cienfueguero, mientras que los pineros se presentarán en el José Ramón Cepero, cuartel general de los monarcas avileños.