Odelín Molina, portero villaclareño. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 05:25 pm
Emblemático y categórico en sus actuaciones, tanto en canchas cubanas como foráneas. Así valoro al veterano portero villaclareño Odelín Molina, quien con 38 años, deviene figura preponderante en la selección cubana de fútbol.
La tropa de la Isla partirá en la tarde de hoy hacia Canadá, para efectuar el viernes, en el estadio BMO, de Toronto, su quinto partido en las eliminatorias mundialistas Brasil 2014. Les recuerdo que Cuba marcha en el sótano del grupo C, sin puntos, con cuatro derrotas al hilo, seis goles en contra y ninguno a favor.
Previo a la salida, el timonel Alexander González nos confirmó la titularidad de Odelín bajo los tres palos.
Entonces, tras culminar el último entrenamiento en casa, el avezado arquero accedió a conversar con JR.
—¿Qué piensas del momento que vive el equipo y del rival?
—Tenemos dificultades para marcar goles y eso se debe a que, de la defensa hacia delante, hay muchos jugadores jóvenes, fundamentalmente los volantes laterales encargados de hacer llegar balones a los delanteros. En cuanto a Canadá, tiene figuras que se desarrollan en varias ligas foráneas, entre ellas Alemania y Estados Unidos. Y son muy fuertes en el juego aéreo. De eso deberé cuidarme mucho.
En su rico historial, Odelín exhibe 24 juegos en eliminatorias mundialistas, incluidas dos derrotas ante Canadá: 0-2 en Edmonton (1996) y 0-1 en La Habana (2000). En la actual fase, él no enfrentó a los norteños, que ganaron 1-0 como visitantes en el partido de ida. Quien se puso los guantes fue el joven Odisnel Cooper.
—¿Cooper podría ser tu relevo?
—Sí, es muy talentoso, pero tiene que afrontar más minutos de juego. El portero se desarrolla jugando y cogiendo goles. Además, necesita estar más activo, ser más exigente con sus defensas y gritarles más para que se ubiquen bien y puedan trabajar más cómodos. El objetivo del portero es evitar que los delanteros rivales lleguen a su área. Y en eso ayuda mucho alertar a los zagueros. El cancerbero debe ser tranquilo, pero si no grita, está condenado al fracaso.
A través de los años, la prensa internacional ha dedicado elogios a la actuación de Odelín. Aún recuerdo el cotejo del 15 de octubre de 2008, recibiendo a Guatemala, en el que sus decisivas atajadas le dieron el triunfo 2-1 a Cuba. O la descripción hecha por un rotativo hondureño, tras la victoria de «la H», por 1-0 ante Cuba el mes pasado: «El marcador no fue más amplio, gracias a las excelentes intervenciones del veterano portero cubano Odelín Molina».
—¿Cómo has podido llegar a esa longevidad deportiva?
—Sin temor a equivocarme, yo me considero un verdadero «esclavo» del fútbol. Horas y horas de entrenamiento y seria dedicación para dar lo mejor de mí a los seguidores de este deporte. Lo mío se resume así: al fútbol se lo he entregado todo y no he podido gozar de los placeres de la vida. Pero esa fue mi decisión y a ella me debo.
Odelín ha sido pieza clave en siete de los 12 títulos nacionales obtenidos por Villa Clara. Pero son muchos años de duro bregar y, además, allí hay jóvenes como Yandrei Galloso dispuestos a adueñarse de la cabaña.
—¿Ya has pensado en el retiro?
—En Villa Clara me piden que juegue este año, pero lo estoy meditando. Voy a esperar el fin de esta eliminatoria mundialista, el próximo día 16, y entonces decidiré. Pero si me retiro, no será por la edad. Fíjate que Farid Mondragón tiene 41 años y aún es plantilla de la selección nacional de Colombia.
Y dada la captura de balones lanzados por su actual entrenador Pablo Alomá, lo dejo exhausto sobre la cancha. ¿Sus «tenazas» serán clave en el duelo contra Canadá? ¿Volverá a la cancha con el «Expreso del Centro»? Esperemos.