GUADALAJARA.— Erick Valdez es uno de los personajes anónimos cuya presencia es indispensable para el correcto funcionamiento de los Juegos en esta ciudad.
No es un directivo de renombre, o uno de los atletas participantes. Erick es uno de los 17 000 voluntarios que reclutó el Comité Organizador para brindar servicios.
En cada cita multideportiva continental, los voluntarios forman parte del indispensable entramado organizativo, y sirven de mucha ayuda a los visitantes que descubren las distintas sedes.
«A mi escuela llegó una convocatoria y me enrolé sin pensarlo dos veces. Amo el deporte y ser parte de los Juegos es un privilegio», confesó Erick a Juventud Rebelde.
«Tuve que pasar una capacitación, primero on line y luego presencial, donde me enseñaron todo lo relativo a la historia de los Juegos y las características particulares de estos», continuó.
Según el joven, jugador de rugby americano, sus funciones en esta cita fluctúan entre la ayuda protocolar a las figuras prominentes y la atención a los atletas en el momento de los controles antidopaje.
Los voluntarios se identifican con un singular uniforme de pantalón beige, zapatos blancos y pulóver azul, con una chamarra (abrigo) del mismo color.
Sin ellos, los Juegos serían un caos. La prensa y el público pasarían mucho trabajo para entrar a las instalaciones.
Recordemos que la gran mayoría de los recintos en esta urbe son de estreno y por eso la gente no está familiarizada con ellos.