Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El poder personificado

El portentoso pelotero santiaguero parece preferir que sus números y resultados sobre los terrenos de juego hablen por él

Autor:

Raciel Guanche Ledesma

Si bien Eduardo García no lo dice abiertamente en las entrevistas, en ocasiones, durante los escuetos diálogos, parece como si el portentoso pelotero santiaguero prefiriera que sus números y resultados sobre los terrenos de juego hablasen por él.

En franco cruce de preguntas y respuestas, cuando Eduardo dicta alguna frase contundente, él pausa el intercambio y, de momento, mira fijo el madero que sostiene a lo largo. Este leñador devenido en avispa hace par de temporadas, ciertamente es de pocas palabras, pero su fuerza natural en el cajón de bateo destaca por encima de todo.

Su premisa ha sido «entrenar y entrenar duro», nos comenta sentado y distendido previo al comienzo de un partido de las avispas en esta 3ra. Liga Élite.

Tal vez por ello en las últimas dos temporadas cubanas se ha erigido como uno de los peloteros con mayor cantidad de vuelacercas, mostrando un poder al bate inhabitual para el nivel hoy de nuestras campañas.

En la presente edición del torneo selectivo cubano no ha sido menos, donde sigue marcando junto a su coequipero, Yoel Yanki, los liderazgos de cuadrangulares y carreras empujadas.

La preparación para esta temporada fue muy buena, centrándome más en corregir varias deficiencias que venía arrastrando, aseguró a Juventud Rebelde. Muchos se preguntan hoy cómo fue posible que los Leñadores dejaran ir de sus filas a un portento como Eduardo García. Según comenta, mientras estuvo en el equipo de Las Tunas no tenía oportunidad de participar en el juego diario. «Era en extremo difícil ser titular en esa nómina. De ahí que decidiera cambiar de equipo», dice.

Fue el conjunto santiaguero, liderado por Eddy Cajigal, el que le abrió las puertas de la titularidad en la 63ra. Serie Nacional y, desde entonces, el espigado pelotero no se ha cansado de repartir vuelacercas y fletar compañeros para la goma.

«Con las Avispas me siento muy cómodo, porque las oportunidades y los resultados han ido saliendo», aunque confiesa que los números de la pasada Serie Nacional no le sorprendieron, cuando dejó una excelente línea ofensiva (AVE 295, HR 16, CI 70).

Ninguna transformación drástica ocurre de la noche a la mañana, menos dentro del exigente mundo de las bolas y los strikes. Según confiesa, el pensamiento, el juego diario y el trabajo duro lo llevaron por un mejor camino.

Subvalorar la fuerza natural de este jugador es un lujo que el béisbol cubano no puede darse en lo adelante. Mientras espera por un posible «chance» en alguna selección nacional, el hoy indómito solo piensa en continuar aportándole a la causa santiaguera, donde se siente acogido como en una gran familia.

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