Guardiola y Messi celebran el triunfo del Barcelona. Autor: AP Publicado: 21/09/2017 | 05:09 pm
Terminó el maratón de clásicos con un empate 1-1 en el Camp Nou que dejó teóricamente igualados estos duelos Barcelona-Real Madrid —dos empates y un triunfo por bando—, pero que en la práctica favoreció el pase de los catalanes a la final de la Liga de Campeones.
Como en toda carrera de largo aliento, es imprescindible administrar las fuerzas para llegar a la meta. Y si alguien puede presumir de eso es el club azulgrana después de abortar en su feudo todas las reacciones de un Madrid malherido en lo estratégico y lo psicológico.
Venía el equipo «merengue» cuesta arriba por el adverso 0-2 de la ida en su Santiago Bernabéu, donde además perdieron a Pepe y Sergio Ramos en el campo de batalla. Como si fuera poco, Mourinho estaba obligado a ver el cruce de espadas desde la distancia, y prefirió hacerlo en la habitación del hotel.
Desde allí, y guiado por las circunstancias, intentó refrescar su propuesta. Se decantó por la titularidad de Kaká e Higuaín, puso a Lass junto a Xabi Alonso en el doble pivote, y se encomendó a una suerte que nunca apareció.
Del otro lado Guardiola había recuperado a Iniesta, y su Barca fue el dominador de siempre luego de sacudirse a puro toque la presión inicial de los blancos. Y si no funcionó el marcador durante la primera mitad fue una vez más gracias a las providenciales atajadas de Casillas frente a disparos de Messi y Villa.
En el fondo repitió Pep a Mascherano en el centro y Pujol en una esquina, y con eso volvió a neutralizar a Cristiano Ronaldo y compañía. Para más tranquilidad, la clarividencia de Iniesta puso a Pedro de cara al gol al inicio de la segunda parte, y el tinerfeño le dejó su «ofrenda» a San Iker como un tiro de gracia al eterno rival.
Apeló entonces el Madrid a su orgullo y casi logra el empate, pero el árbitro belga Frank de Bleeckere se cobró su cuota de protagonismo anulando un gol a Higuaín. Sobre la repercusión de su decisión se hablará mucho porque minutos más tarde Marcelo, después de un balonazo al poste de Di María, equilibró la balanza.
Mas lo que parecía un giro dramático en el guión se diluyó en constantes y previsibles balonazos en busca de la cabeza de Adebayor, que solo terminaron con el silbatazo final. Un minuto antes el Camp Nou en pleno había ovacionado el regreso del francés Abidal, ya recuperado de la cirugía que eliminó un tumor benigno en su hígado. Un minuto después toda la plantilla culé festejó en el centro del campo el próximo viaje a Wembley para enfrentar presumiblemente en la final al Manchester United, que hoy enfrenta con ventaja de 2-0 al Schalke 04 alemán.
Vuelta a casa
Después de un receso en sus acciones, el Campeonato Nacional del fútbol cubano vuelve a ser noticia desde hoy con la celebración de su fecha en cuatro canchas del país.
Sobre la grama del Patricio Lumumba agramontino los locales (16 puntos) y líderes hasta el momento defenderán su invicto frente a los representantes de la antigua provincia de La Habana (10), mientras que Las Tunas (13) se presentará en tierras del vigente campeón y ahora sotanero Ciego de Ávila (4).
Por su parte, Ciudad de La Habana (12) recibe en La Polar a Villa Clara (12), en tanto Guantánamo (7) jugará con Cienfuegos (5) en predios sureños.
A su vez, en Santiago de Cuba comenzó este martes el Torneo de Ascenso al próximo Campeonato Nacional, y que agrupa a siete equipos candidatos.
En la apertura de la primera vuelta Granma goleó por 3-1 a Holguín, Matanzas se impuso por 1-0 a Sancti Spíritus, y con idéntico marcador vencieron los locales a Pinar del Río.
Mañana continuará esta serie con el debut de la Isla de la Juventud frente a Granma, en una fecha que se completará con los partidos Holguín-Pinar del Río y Sancti Spíritus-Santiago de Cuba.