Matanzas.— El escenario del Teatro Sauto se convirtió el sábado 18 de marzo de 1899 en cuadrilátero donde se desarrollara por primera vez en Matanzas una exhibición boxística.
«Esta es la referencia más argumentada sobre el tema que se ha encontrado en Cuba», asegura Daneris Fernández, historiador de la institución cultural.
El periódico matancero Aurora del Yumurí reseñó el inusual acontecimiento: «Pugilato: El sábado en el Teatro Sauto hubo una especie de encerrona organizada por individuos del ejército de ocupación. Al efecto no se repartieron programas, el público que llegaba a la puerta de dicho Teatro con la idea de asistir a la exhibición de las vistas reproducidas por medio de la electricidad solo se podía enterar que se trataba de unas escenas de pugilato (ya en el interior) y efectivamente así fue. Tres peleas se echaron entre individuos de los diferentes cuerpos de guarnición de la ciudad, estas, según noticias duraban diez minutos en medio de un sepulcral silencio y tenían lugar en el escenario ante un jurado que reloj en mano, no dejaba pasar de ese tiempo el pugilato. Los combatientes se daban las manos antes de empezar, y al concluir y eran auxiliados por sus respectivos amigos al separarse. El jurado anunciaba al público de parte de quién había quedado la victoria. En el último encuentro resultó sangre.»
En su libro Historia del Teatro Sauto (1863-1899), el investigador señala que ese deporte era ampliamente practicado durante el siglo XIX en los Estados Unidos, y que bien pudo ser conocido por algunos de los jóvenes matanceros que estudiaron en el país norteño.
«Las normas estipulaban que los combates debían desarrollarse en un espacio cuadrado y rodeado de cuerdas llamado -contradictoriamente- ring, con unas medidas de 7,3 metros por cada lado, y clasificaban a los luchadores, con arreglo a su peso, en diferentes categorías», refiere Daneris.
Durante la primera mitad del siglo XX se efectuaron múltiples competiciones de boxeo profesional en la sala del Sauto.
Otras disciplinas deportivas también se practicaron en el teatro, cuando se convirtió el Salón de los Espejos en la primera cancha de tenis que tuvo la ciudad, y posteriormente se desarrolló una partida de ajedrez protagonizada por José Raúl Capablanca, el 17 de enero de 1912.
Aunque no con la asiduidad y excesos de antaño, las exhibiciones deportivas no están excluidas de la programación del Teatro, afirma Daneris.
En la antigua Grecia el boxeo era un deporte popular y formaba parte de los Juegos Olímpicos. Inglaterra es la cuna del boxeo moderno, también allí se proclamó el primer campeón de los pesos pesados y se establecieron las primeras reglas.