Algunos lo vaticinaron antes del comienzo de esta cita estival: el nadador estadounidense Michael Phelps podía romper el récord de siete títulos en unos Juegos Olímpicos impuesto por su compatriota Mark Spitz en Munich, 1972.
No obstante, hubo otros que dudaron la consecución de tal hazaña —entre ellos quien suscribe esta líneas—, pues para eso, Phepls debía nadar como nunca antes.
Y así fue. El tritón norteño acumuló sus cetros uno a uno, para, además de alcanzar finalmente este domingo su octava presea dorada, entrar en otro anal de la historia olímpica: ser el hombre más laureado en la historia de estas competiciones con 14 títulos, un subtítulo y una de bronce.
Si a eso le añadimos que a sus 23 años Phelps pudiera acumular más cetros olímpicos a su colección, de continuar en la alberca hasta los juegos de Londres, en el 2012, quizá coincidan conmigo en que va a ser muy difícil arrebatarle esta marca.
Su carrera dorada —y carrera de récords, por cierto—, la inició en esta cita con los 400 metros combinados individuales, y la concluyó —por ahora— este domingo con el relevo combinado a la misma distancia. Entre las ocho medallas, Phelps logró además ¡ocho récords!, entre olímpicos y mundiales.
Quizá ahora lo difícil sea igualar una marca que costó 36 años imponer. Phelps lo sabe, y a nadie le cabe dudas ya, sobre su mágico número ocho.
A continuación, una relación de los títulos obtenidos por Phelps:
400 metros combinados individual (04:03.84, récord mundial) Relevo libre individual (03:08.24, record olímpico) 200 metros estilo libre (01:42.960, record mundial) 200 metros mariposa (01:52.030, récord olímpico) Relevo libre 200 metros estilo libre (06:58.560, récord mundial) 200 metros combinados (01:54.230, record mundial) 100 metros mariposa (50.580, récord olímpico) Relevo combinado (03:29.340, récord olímpico)