Todavía fresquita, la nueva actualización del ranking mundial de ajedrez sigue despertando comentarios. Y si en nuestro país la comidilla es la confirmación del Gran Maestro (GM) Leinier Domínguez en la súper élite, con su Elo de 2708 puntos, en muchas partes del mundo se cuestiona por qué no apareció el jovencito noruego Magnus Carlsen en un inédito segundo lugar.
Magnus Carlsen y Yifan Hou, dos niños prodigios del ajedrez que han quemado aceleradamente las etapas. Con el segundo Elo entre las muchachas del país,Lisandra Ordaz debutará este año seguramente en el equipo olímpico cubano.Foto: Daniel Anaya El GM habanero Holden Hernández está muy cerca del segundo puesto en el ranking nacional.Foto: Armando Hernández
Pero vayamos por pasos. Lo de Leinier, ya lo hemos escrito antes, es toda una proeza. Desde que conquistó el título en el torneo Casino de Barcelona, en octubre de 2006, nuestro muchacho no ha dejado de sorprendernos gratamente.
Entonces tenía un Elo de 2655 puntos, pero allí acumuló ocho unidades de nueve posibles y terminó ganando seis partidas consecutivas, la última de ellas frente al astro ucraniano Vassily Ivanchuk. Fue una actuación fenomenal y presagiaba un futuro feliz.
Por el camino hasta aquí, Leinier enfrentó a muchos «monstruos»: Morozevich, Aronian, Leko, Gelfand, Svidler, Carlsen, Ponomariov, Grischuk, Radjabov, Movsesian, Nakamura, Bacrot y Akopian, entre otros. Le falta medirse todavía con quienes muchos consideran los más «grandes» —Anand, Kramnik y Topalov—, pero esa oportunidad puede llegar de un momento a otro. De hecho, quizá lo haga en la próxima Olimpiada Mundial, con sede en Dresde, Alemania, en noviembre próximo.
Sin embargo, lamentablemente, el ascenso de Leinier ha coincidido con el descenso de Lázaro Bruzón, cuyo Elo actual de 2592 puntos dista mucho de aquel 2677 que lo ubicó en el puesto 26 del ranking mundial en octubre de 2005. En estos momentos, el tunero está a punto de ser alcanzado por Holden Hernández (2582), tercero en el escalafón nacional, en tanto el veterano Jesús Nogueiras (2574) y el campeón de Cuba, Yuniesky Quesada (2573), también le siguen los pasos.
De tal manera, si en definitiva aparece como segundo tablero en la nómina del próximo equipo olímpico, Bruzón tendrá un reto enorme. Allí sus homólogos de otros países pueden hacerle pasar malos ratos si no se presenta en buena forma. Y ello influiría notablemente en la ubicación final de Cuba.
En declaraciones para este diario, tras ganar en abril pasado el torneo de la IV Olimpiada del Deporte Cubano, Bruzón confesó que su bajo rendimiento no ha tenido que ver específicamente con la técnica del ajedrez, sino con problemas personales y de salud.
Óleo a una mujer con sombreroMientras una generación de jóvenes valores reclama —y merece— más atención en el ajedrez femenino cubano, la veterana Zirka Frómeta acaba de conseguir su título de Gran Maestra, el cuarto para una mujer en nuestro país.
Zirka fue una referencia en los años 80, cuando consiguió ganar tres veces el campeonato nacional (1981, 1983 y 1987) y obtuvo la medalla de bronce en el tercer tablero durante la Olimpiada de 1986, celebrada en Dubai, Emiratos Árabes Unidos.
Tras un regreso que muchos no esperábamos, la santiaguera intentará ahora mejorar su Elo actual de 2175 puntos. La líder en el escalafón nacional femenino es su comprovinciana Maritza Arribas (2323). A continuación se ubican la Maestra Internacional (MI) pinareña Lisandra Ordaz (2302) y la GM Sulennis Piña (2285).
Luego aparecen la MI indómita Olennis Linares (2261) y la MI tunera Yaniet Marrero (2260), quienes deben completar la plantilla olímpica.
Cuba llevará menos ambiciones en el sexo femenino a la Olimpiada alemana. Para emular con los varones, las muchachas necesitan topar más y prepararse mejor. Este año, por suerte, se logró «concentrar» a las aspirantes con suficiente tiempo de antelación y todas ya tienen un plan individual, cuyo supervisor será el GM Walter Arencibia.
China es la referencia en este sentido, porque logró catapultar a sus mujeres hacia la élite primero que a los hombres. Xie Jun (1991-1996 y 1999-2001), Zhu Chen (2001-2004) y Yuhua Xu (2006-2008) ostentan títulos mundiales.
El gigante asiático ocupa el tercer puesto, detrás de Rusia y Ucrania, en la clasificación por naciones, donde se promedia el Elo de los diez primeros jugadores. Pero hay un detalle: la propia Xie Jun (2574) ocupa el lugar 10 sin distinción de sexo. En tanto, Yifan Hou (2557), una adolescente de 14 años que algunos señalan ya entre las favoritas para ganar el próximo campeonato mundial femenino de mayores, ocupa el lugar 12.
Es una prueba elocuente de que hombres y mujeres se codean de tú a tú, tablero mediante.
El caso CarlsenInternacionalmente, las miradas andan puestas desde hace rato en el joven GM noruego de 17 años, Magnus Carlsen.
Cuando en la lista mundial de abril pasado apareció en el quinto lugar, muchos quedaron con la boca abierta. Imagínense si llega a concretarse su ubicación en el segundo puesto.
¿Qué pasó? Les cuento: Carlsen ganó hace unas semanas, invicto, el torneo Aerosvit en Ucrania, con un astronómico rendimiento de 2877 (ocho puntos en 11 rondas). Allí hubo una nómina de lujo, cuyo Elo promedio fue de 2712. Vean algunos nombres: Ivanchuk, Shirov, Svidler, Alekseev, Karjakin, Jakovenko...
De tal manera, si el reporte del certamen se hubiera tomado en cuenta para el ranking actual, Carlsen sería ahora el segundo, con un Elo de 2791, solo siete puntos menos que Anand.
Sin embargo, la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, siglas en francés) cerró las cuentas el día 15 de junio y Aerosvit concluyó el 20. Pero sucede que otras veces se han hecho excepciones.
La web chessbase.com, especializada en ajedrez, recuerda que en las listas de abril de 2002, 2003, 2004, 2005 y 2006 se incluyó el torneo de Linares, a pesar de que siempre terminó diez días más tarde de la fecha límite fijada en aquel momento. Un año después, hubo un breve intento de omitirlo, pero ello significaba privar a Anand del primer lugar y se reconsideró la decisión en apenas 24 horas. Y conste que de nuevo el prestigioso certamen estaba fuera del plazo.
Ahora, ante un suceso inédito —nunca un juvenil había llegado tan lejos entre los mayores— la presión de los aficionados al ajedrez es enorme. ¿Se reevaluará el caso?
De momento, Carlsen será uno de los futuros rivales de Leinier en el cercano torneo de Biel, en Suiza (comienza el día 19). Por cierto, no olvidemos que el prodigio noruego eliminó al habanero en la tercera ronda de la pasada Copa del Mundo.
«Pese a iniciarse en el ajedrez relativamente tarde, con ocho años, su fulgurante progresión le llevó a convertirse pronto en un jugador de primera fila, y a los 13 se anotó una victoria en Linares frente al campeonísimo Anatoly Karpov. Pero ni el revuelo mediático que se desató, ni el hecho de tener que medirse en la próxima ronda con «el rey» Kasparov en semifinales, impidió que Carlsen durmiera tranquilamente esa noche durante 12 horas. Al día siguiente, le arrancó las tablas al mejor jugador del mundo en la primera partida entre ambos, aunque un error le costó la derrota en la segunda. “¡He jugado como un niño!”, se lamentó, para asombro de una audiencia que opinaba precisamente lo contrario», recuerda el periódico español El Mundo.
«Detrás de estos éxitos está la historia de un padre, Henrik Carlsen, que siempre buscó la forma de estimular intelectualmente a sus hijos desde una edad muy temprana y que pronto comprendió que el sistema educativo convencional no supondría más que un lastre para un niño especialmente dotado: a los cinco años se sabía de memoria la extensión, población, la bandera y la capital de todos los países del mundo, por poner un ejemplo de sus aptitudes.
«En 2003, Magnus dejó de asistir al colegio y se dedicó plenamente a competir en torneos. Esta decisión desató las críticas de quienes opinaban que sus padres estaban sacrificando su educación en pos de convertirle en una máquina de jugar al ajedrez. Pero nada más lejos de la realidad: “El plan de mis padres siempre había sido tomar un año libre para viajar y enseñarnos el mundo. Así que ese año fue una buena oportunidad para hacerlo”, cuenta Magnus».
«Para cumplir ese objetivo, la familia no escatimó sacrificios. Metieron todo su equipaje y los libros escolares en el vehículo familiar y pusieron su vivienda en alquiler por un año, para poder costearse los viajes. Así recorrieron todo el continente, en un largo periplo que los llevó de Noruega a Europa del Este, siempre de torneo en torneo y de museo en museo.
«No eché de menos la escuela. No aprendo demasiado durante las clases normales; es más efectivo cuando mis padres me enseñan. Por supuesto, entiendo el problema de un profesor que tiene que atender a 30 alumnos, pero para mí es frustrante y me siento poco estimulado por estar la mayor parte del tiempo esperando. Me hace perder la motivación», explica Carlsen.
¿Qué les parece? Los geniecillos —así consta hasta en los cuentos de hadas— suelen ser criaturas rebeldes y singulares. «Malcriados», diríamos en buen cubano, aunque por tratarse de ellos perdonemos casi siempre tales majaderías.