Las lesiones de Ciro Silvino Licea (izquierda) y Manuel Vega, pueden ser un tiro de gracia para Granma. Fotos: Alex Castro El panorama en la lomita se ha teñido de color de hormiga para Carlos Martí y su equipo Granma: Ciro Silvino Licea transita por un tratamiento de recuperación de 20 días, pues se lastimó el pasado 4 de enero en su duelo con Santiago de Cuba, y Manuel «la Pistola» Vega sufrió parecida suerte el viernes último, con La Habana como rival.
Según la trasmisión radial recibida en el estadio Latinoamericano, Vega —como víctima él mismo de un pistoletazo accidental— sintió un terrible dolor en su hombro derecho cuando se enfrentaba al juvenil José Antonio Iglesias.
Sin embargo, el veterano abandonó el estadio manzanillero en medio de un buen trabajo, con una carrera y dos hits tolerados, más dos ponches sin boleto en 2,2 innings.
En cuanto a Licea, que lideró en efectividad durante las primeras semanas del torneo, hizo un dramático mutis, justamente al iniciar el año. Tiró 6,2 capítulos en el Guillermón Moncada, con siete carreras a su expediente (seis limpias), diez hits, dos ponches y cuatro boletos. Desde entonces el dolor no le ha permitido lanzar, aunque se mantiene uniformado y viajando.
En lo que va de 2008, los granmenses han sucumbido 1-2 ante Santiago, 0-3 con Industriales, y van 0-2 con La Habana. Así cayeron al tercer lugar de su grupo, un juego por debajo del sublíder Holguín —ya usted sabe quien es el primero allí—, y a la zaga de los vecinos Las Tunas y Ciego de Ávila, que tienen también mejor balance de ganados y perdidos.
Si Licea y Vega no evolucionan pronto, los tiros en su contra habrán sido de gracia para el equipo de Granma.