Río de Janeiro.— Se dice que en el fútbol, las casualidades no están escritas. Pero, «casualmente», Cuba pasará a la historia de las citas continentales.
En la nación que se mueve a ritmo de samba y de fútbol, ha correspondido a la Mayor de las Antillas protagonizar el debut del fútsal en Juegos Panamericanos, cuando mañana enfrente a Paraguay, en duelo que, además, será el primero de todo el torneo. ¡Vaya coincidencia!
Les comento que, por el aval del fútsal antillano, con participación en tres Copas del Mundo, Cuba no tuvo que eliminarse y fue invitada a esta fiesta deportiva del continente.
La tropa del joven adiestrador Erddys Valdés ha entrenado con ahínco, y sus jugadores, quienes sobrecumplieron todas las exigencias físicas y técnicas requeridas para hacer el grado, conocen que para superar la fase preliminar hay que trabajar «como un reloj». Imagínense que, además de los guaraníes, sus otros rivales en el grupo preliminar serán Brasil y Guatemala.
Este año, como preparación para encarar esta justa, los cubanos concretaron una gira de fogueo por Alemania, y luego enfrentaron en par de ocasiones a los chapines, en Pinar del Río, con igual cantidad de triunfos.
De Paraguay y Brasil, usted conoce la tradicional fuerza que exhiben en el fútbol «grande». A buen entendedor...
El equipo cubano presenta a tres jugadores que han asistido a las tres Copas del Mundo: el portero y capitán Wilfredo Carbó, el cierre Juan Carlos Portal y el ala pívot Boris Luis Sanamé.
De ellos, solo Carbó abrirá contra Paraguay. Los restantes titulares serán Isven Román, Yampier Rodríguez, Fernando Chapman y el talentoso ala-pivot Yosniel «el capi» Mesa, sin dudas el mejor jugador del equipo y en quien se cifran las esperanzas goleadoras.
«Nosotros sabemos que el pase a la discusión de medallas depende de una victoria sobre Paraguay, pues Guatemala está a nuestro alcance, en tanto Brasil es el lógico favorito del grupo», dijo Carbó a JR.
Entonces, ¿debut sin despedida?