Foto: Juan Moreno EL fútbol cubano no se desanima, a pesar de los últimos tropiezos en la arena internacional. Duelen el fracaso de la selección sub 21 en los pasados Juegos Centroamericanos de Cartagena de Indias, y las derrotas de las escuadras sub 17 y sub 20 en sus respectivas eliminatorias mundialistas. Además, la selección de fútsal de Costa Rica ganó en la sala Kid Chocolate, un torneo internacional en el cual desplazó a los elencos domésticos.
Para borrar esa secuela, no existe otro «medicamento»: patear y cabecear balones sin mesura.
«Estamos inconformes con esas actuaciones, y por eso no bajaremos la guardia. Estamos decididos a que se juegue fútbol en toda la Isla y durante todo el año, como paso medular para lograr el salto cualitativo», aseguró Luis Hernández, presidente de la Asociación de Fútbol de Cuba.
Y sí se está jugando mucho balompié.
Lo más actual ha sido el rescate de las diversas Copas que expiraron a finales de la década del 80, como la Radio Ciudad del Mar, en Cienfuegos—-ganó ahora Villa Clara—, y la Tele Rebelde, que se desarrolla en el estadio Pedro Marrero con la participación de seis equipos.
Estas Copas se presentan como antesala del venidero Campeonato Nacional, que se iniciará el 9 de septiembre.
Pero hay más. Del 2 al 6 de ese mes, la vetusta instalación capitalina será sede de un grupo eliminatorio en la primera fase de la Copa Digicel. Y allí Moré, Cervantes, Faife, Yenier y otros de los mejores jugadores del patio, moverán el balón contra sus similares de Islas Caimán, Bahamas e Islas Turcas y Caicos.
El más capaz de ese cuarteto—- Cuba debe imponer su mejor juego—, avanzará en pos de la clasificación para la Copa de Oro Estados Unidos 2007, principal certamen del área de CONCACAF.