Foto: Juan Moreno, enviado especial CARTAGENA DE INDIAS, Colombia.— Por los gritos que se escuchaban desde afuera, ya sabíamos antes de cruzar la aduana que una gran multitud aguardaba en el aeropuerto de esta bella ciudad a los deportistas cubanos. Y en efecto, más de un centenar de personas recibió este jueves con vivas y consignas al grueso de la delegación antillana a los XX Juegos Centroamericanos y del Caribe que serán inaugurados oficialmente mañana.
Colombianos y colombianas de todas las edades «bloquearon» la salida del aeropuerto internacional Rafael Núñez para dar la bienvenida a los criollos, especialmente al equipo de béisbol, en cuya nómina aparece la mayoría de las figuras que conquistaron la histórica medalla de plata en el I Clásico Mundial.
Así, Pedro Luis Lazo fue reconocido por muchísimos aficionados como si se tratara del «pibe» Valderrama o Faustino Asprilla, dos futbolistas que en su momento dieron días de gloria a este país. «Cuba, gracias por venir a nuestros Juegos», se lee en uno de los muchos carteles que «ambientan» las calles de esta urbe bañada por el mar, cuyo «diseño» nos recuerda a nuestra Habana.
Nos dividimos. Los atletas y sus entrenadores se quedan en la hermosa Villa Centrocaribeña, y los periodistas seguimos viaje hacia el hotel Barlovento. «Tienen que ver el atardecer cartagenero. La puesta del sol aquí es algo fabuloso. Esperamos que se sientan a gusto. Hay mucha expectación en el país por los Juegos. Y todo saldrá bacán», nos dice nuestra guía.
Y su cariño nos cautiva, como también el de la gente que nos saluda y nos sonríe al pasar. Cartagena vive una ola de calor humano. Y para no ser menos, el sol se muestra inclemente desde su altura. Nos detenemos en un semáforo y observo en una esquina un reloj y un termómetro digitales. Tenemos una hora menos que en Cuba, pero unos seis grados más de temperatura. Esta ciudad está ardiendo.